«Mi hija de 14 años quiere ponerse pecho y no sé qué hacer»
El Defensor del Paciente lucha porque «se eliminen los anuncios de cirugía estética de la televisión» para que no se den estas situaciones
Carmen Flores es la voz al otro lado del teléfono de El Defensor del Paciente, una asociación que denuncia las negligencias médicas. Tienen algunos casos ... de estética, pocos. Pero es fácil creer que tendrán más. «Hay niñas de 12 y 13 años que ya están pensando en operarse», advierte Carmen, quien lucha porque «se eliminen los anuncios de cirugía estética de la televisión».
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No solo se lo plantean las niñas, dice, también sus padres. «Hace un mes me llamó una mujer para contarme que su hija de 14 años quería ponerse pecho. '¿Qué hago?', me preguntó. Dígale a su hija que el pecho le va a crecer y que luego se le caerá. Que ese es el proceso natural».
Al margen de esta anécdota, que de momento es solo eso, los menores de edad también pasan por el quirófano. Pero no para ponerse pecho. Sino para lo contrario. «Hay un aumento significativo de chavales y chavalas que se están sometiendo a una intervención para reducir el tamaño de sus mamas», señalan desde la sociedad Española de Cirugía Plástica Reparadora y Estética (SECPRE). Un tipo de cirugía que también gana adeptas entre las mujeres adultas. El año pasado se realizaron en España 16.547 reducciones de pecho (y 42.000 aumentos), una cifra notablemente mayor que el año anterior, cuando fueron 12.847, según las cifras de la encuesta anual de la Sociedad Internacional de Cirugía Plástica Estética (ISAPS).
Operación de orejas, la más frecuente
En todo caso, la intervención más habitual entre los menores es la cirugía de orejas (otoplastia), que representa el 51,3% de los tratamientos estéticos que se realizan en el colectivo de esta edad. Esta cirugía es otra de las que presenta una demanda al alza: contando los menores y los adultos, el año pasado se realizaron en España más de 10.000 otoplastias, frente a las 7.700 del ejercicio anterior.
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La otoplastia, explican desde la SECPRE, se realiza «para reposicionar las orejas prominentes o 'en soplillo' a una posición más normal, más pegadas a la cabeza, o para reducir el tamaño de las orejas grandes». Aunque se pueden intervenir tanto niños como adultos, los cirujanos aconsejan esperar hasta los 6 años de edad, «momento en el que el tamaño de la oreja es prácticamente el del adulto». Respecto a la intervención, «suele durar entre 2 y 3 horas, aunque en casos complejos puede llevar más tiempo». Las complicaciones «son infrecuentes y de poca importancia». «La mayoría de los adultos vuelven al trabajo al cabo de cinco días y al cabo de siete los niños al colegio».
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