Ozempic, wegovy... la fiebre del oro de las farmacéuticas por los nuevos medicamentos contra la obesidad
Las principales compañías del mundo se han lanzado a la carrera por desarrollar medicamentos similares a Ozempic. Se calcula que este mercado superará los 100.000 millones de dólares en 2030
En 1848, James Marshall acudió a hacer un arreglo en el aserradero que tenía a las afueras de un pueblo llamado Coloma, al noroeste de ... California. Al acercarse al río junto al que había instalado su negocio, vio que algo brillaba en el agua. Eran pepitas de oro. Aunque trató de mantenerlo en secreto, acababa de comenzar la llamada fiebre del oro. Entre ese año y 1855, unos 300.000 inmigrantes acudieron enfervorecidos en busca del maná dorado. A los que llegaron en 1849 se les llamó, en ocasiones de forma despectiva, los 'forty-niners', 'los del 49', de ahí el nombre del famoso equipo de la NFL. Aquel hallazgo permitió el crecimiento de San Francisco y de la propia California, que fue aceptada como estado de la Unión en 1850.
175 años después se ha desatado otra fiebre del oro. En este caso son las farmacéuticas las protagonistas y lo que buscan no es el preciado metal, sino el medicamento que sea capaz de hacer frente a la pandemia de obesidad y diabetes que afecta al mundo desarrollado. El botín es suculento: un informe de JP Morgan calcula que el mercado de Ozempic, Wegovy, Mounjaro y otros fármacos similares superará los 100.000 millones de dólares -92.600 millones de euros- en 2030.
El 'boom' de Novo Nordisk
A la cabeza de esta carrera se sitúan en estos momentos la danesa Novo Nordisk y la norteamericana Eli Lilly. La primera dio el primer golpe en 2017 con Ozempic, el conocido como 'fármaco de Hollywood' por haber sido popularizado por personajes tan populares como Kim Kardashian o Elon Musk. El magnate aseguró haber perdido 13 kilos gracias a una combinación de Ozempic y Wegovy -un medicamento similar también comercializado por Novo Nordisk-, ayuno y «alejarse de la comida sabrosa». El impacto en sus cuentas ha sido colosal. Su valor en bolsa se ha disparado por encima de los 400.000 millones de euros, lo que la ha convertido en la empresa pública europea más valorada solo por detrás de LVMH, el conglomerado francés del lujo con marcas como Louis Vuitton o Cristian Dior. Esa cifra la sitúa incluso por encima del PIB de Dinamarca, que gracias a sus cifras de negocio no ha caído en recesión. Para reforzar su posición ha comprado por 471 millones de euros Embark Biotech, una firma que ha desarrollado un fármaco que suprime el apetito, aumenta el gasto de energía y mejora la sensibilidad a la insulina.
Eli Lilly, la farmacéutica que comercializa el Prozac, respondió a su rival europea con otro medicamento, Mounjaro, con efectos incluso superiores a Ozempic pero con un principio activo diferente. Recientemente ha comercializado Zepbound, indicado para pacientes con un sobrepeso que les genere complicaciones de salud. Y también ha salido de compras. En verano se gastó 1.900 millones de dólares para adquirir el fabricante de medicamentos contra la obesidad Versanis.
Sus rivales también han movido ficha. El gigante suizo Roche compró hace solo dos días la biotecnológica Carmot Therapeutics por 2.700 millones más 400 en variables. Esta adquisición le permitirá tener acceso a tres activos en estudio para el tratamiento de la obesidad y la diabetes. Astra Zeneca, conocida por su vacuna contra el Covid, pagó el mes pasado 185 millones de dólares por los derechos de una píldora experimental de la biotecnológica china Eccogene, y prometió 1.800 millones más si se cumplen todos los objetivos.
Los fármacos
-
Qué son Ayudan a regular los niveles de insulina en los pacientes con diabetes tipo 2 al imitar la acción de la hormona GLP-1 que se segrega de forma natural cuando se consumen alimentos.
-
Cómo funcionan Su valor como adelgazantes se debe a que actúan en los puntos del cerebro donde se regula la ingesta de alimentos, disminuyendo así el apetito.
-
Ozempic Es el fármaco que ha revolucionado el sector desde su irrupción en 2017. Se inyecta una vez a la semana. Cada caja cuesta 130 euros.
-
Wegovy Con el mismo compuesto, mientras Ozempic está indicado para la diabetes, este se prescribe para perder peso en personas obesas.
-
Mounjaro Con un principio activo difente al de sus dos rivales, sus resultados han sido todavía más llamativos. Su precio ronda los mil euros en EE UU.
Medicamentos muy caros
Las estimaciones apuntan a que en 2035 la mitad de la población mundial podría sufrir obesidad o sobrepeso, un mercado enorme para las farmacéuticas. Los precios de estos fármacos también impulsan esta nueva fiebre del oro. Ozempic, que se inyecta una vez a la semana, cuesta 130 euros por caja. El tratamiento de Mounjaro, no disponible en España, cuesta en Estados Unidos alrededor de 1.000 dólares -950 euros- y unos 410 euros en Países Bajos.
Buena parte de estos remedios no están indicados directamente para luchar contra la obesidad. Su objetivo inicial son «pacientes con diabetes tipo 2 y un índice de masa corporal (IMC) superior a 30», subraya Patricia Guillem, catedrática de Epidemiología, Salud Pública y Medicina Preventiva. La diabetes tipo 2 es una enfermedad en la que el cuerpo no puede fabricar la cantidad de insulina necesaria para controlar el nivel de glucosa en sangre o bien el cuerpo es incapaz de utilizar la insulina de forma eficaz. Estos fármacos ayudan a regular estos niveles imitando la acción de una hormona que se segrega de forma natural en el intestino delgado cuando se consumen alimentos. Esa hormona se llama péptido similar al glucagón-1 (GLP-1, por sus siglas en inglés). Su principio activo es la semaglutida, una molécula muy similar al citado GLP-1. El caso de Mounjaro es diferente. Su principio activo es la tirzepatida y actúa sobre la GLP-1 y sobre otra hormona llamada GIP.
Lo que ha disparado su demanda hasta el punto de agotarse en las farmacias es que todos ellos «disminuyen el apetito y ralentizan el vaciado gástrico, lo que prolonga la sensación de saciedad y reduce las ganas de comer», explica María Josefa García Bragado, profesora de Farmacología de la Universidad de Salamanca. Y en consecuencia, los pacientes adelgazan.
¿Tienes una suscripción? Inicia sesión