Los contagios entre niños de 6 a 12 años en Euskadi cuadriplican la media española
Educación subraya la seguridad de las aulas y confía en la vacunación infantil para combatir los brotes
En casi dos años de pandemia no ha habido una ola igual. Este último envite vírico tiene a los niños y a sus padres como ... sus principales huéspedes. Los pequeños, en especial los de 6 a 12 años, por ser el único grupo de población sin inmunizar -la vacunación infantil arrancará a partir de este miércoles-; y los segundos, la franja de los cuarentañeros, más propensos a sufrir un cuadro grave de la enfermedad, porque no tienen otro remedio al convivir con sus hijos. Sin embargo, en ninguna otra comunidad, a excepción de Navarra, estas dos generaciones se contagian tanto como en Euskadi.
Los datos son inquietantes y se espera como agua de mayo la llegada el martes de la primera remesa del suero pediátrico de Pfizer/BioNTech. Serán unas 60.000 unidades. Ese mismo día Osakidetza abrirá las agendas en su web para que las familias reserven cita. Llegan en un momento en el que la incidencia en los escolares vascos está disparada. Hasta tal punto que cuadriplica la media nacional. Según el último informe difundido por Salud, alcanza los 2.213 casos por cada 100.000 habitantes. El nivel de transmisión en este tramo se encuentra en cifras nunca antes vistas en esta crisis y ha empeorado con creces desde que los menores retornaron a las aulas el pasado 8 de septiembre.
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«No hay un mensaje unificado desde Osakidetza»
La vuelta al cole ha coincidido con datos demoledores en el País Vasco: los positivos se han multiplicado por más de ocho -en el primer día del curso esta tasa se situaba en 260 puntos- y de las 23.000 infecciones detectadas en niños desde el estallido de esta batalla epidemiológica, más de una cuarta parte se han producido desde que arrancaron las clases.
El Departamento de Educación insiste, no obstante, en que «los colegios son espacios seguros y no son focos de infección». Un portavoz de la consejería admite que, al no estar vacunados los niños menores de 12 años, era de esperar lo que está sucediendo. «Temido y esperado». Expertos consultados por este periódico atribuyen gran parte de los positivos detectados en los centros educativos a la interrelación de los más pequeños fuera de las aulas, en actividades extraescolares y en zonas de juegos. «Se detectan los positivos en los cribados que se hacen en los colegios, pero muchos críos se han infectado fuera de las aulas», aseguran.
Osakidetza abrirá el martes las agendas para coger cita para vacunar a los niños de 11 a 9 años
La espiral de casos entre los menores de 12 años -un total de 5.286 desde el fin de las vacaciones de verano- trae de cabeza a padres y centros educativos. A medida que ha ido avanzando la campaña de inoculación, también ha descendido la edad de quienes se infectan. El virus necesita sobrevivir y busca acomodo en los grupos más desprotegidos. Sin embargo, la autorización de la fórmula de Pfizer/BioNTech para los 145.000 críos vascos de 5 a 11 años abre un nuevo escenario.
La mitad, asintomáticos
Se espera que la vacunación infantil marque un antes y un después y logre atajar la cascada de contagios. Los pinchazos comenzarán por los más mayores, los de 9 a 11 años, y se seguirá en orden descendente hasta cubrir el colectivo. Las previsiones que maneja el Ministerio de Sanidad es que para antes de que finalice el próximo mes de enero todos los escolares tengan la primera dosis. La segunda la recibirán 8 semanas después.
Se trata de un segmento de población al que, por fortuna, la enfermedad no le acarrea terribles consecuencias. La infección se presenta de manera leve o, incluso, pasa desapercibida. Según la Asociación Española de Pediatría, la mitad de los niños contagiados son asintomáticos.
Pero llevan la infección a sus hogares y la propagan a aitas y aitites. Ese es el gran problema. Son colectivos que, aunque hayan finalizado la pauta o la hayan reforzado con la tercera toma, pueden caer en las garras del patógeno. De ahí que el primer suero pediátrico se considere un arma fundamental para reducir los contagios también en el entorno familiar de los críos.
Euskadi alcanzó el viernes, con 308, el récord de aulas cerradas de toda la pandemia
Al inicio de este segundo curso en pandemia, las medidas preventivas en los centros educativos se suavizaron al calor de la remisión de la quinta ola, que en septiembre daba sus últimos coletazos. La principal novedad del protocolo sanitario consistió en dar vía libre a los alumnos de Secundaria, los mayores de 12 años, para salir al patio sin mascarilla. Una buena parte ya estaban inmunizados. Eso sí, siempre y cuando mantuviesen las distancias, algo muy difícil de controlar. De ahí que la mayoría de los colegios vascos optasen por mantener la obligatoriedad de esta protección.
En cambio, sí se les permitió juntarse en los recreos en exteriores a todos los alumnos de un mismo curso en Primaria. Los escolares ya no tienen que jugar únicamente con sus grupos burbuja, una de las concesiones que esperaban con más ilusión. Sin embargo, el avance imparable de los positivos ha desbordado a los centros.
Agilizar el rastreo
Ante el incremento de las aulas clausuradas -prácticamente todas de menores de 12 años- en los colegios de la comunidad y las demoras en la red de rastreo, los departamentos de Salud y Educación decidieron hace un par de semanas modificar el protocolo para que los colegios se encarguen de avisar a las familias -previa comunicación de las autoridades sanitarias- para la realización de la prueba diagnóstica y no tener que esperar la llamada de los rastreadores. El objetivo, agilizar la identificación de los contactos estrechos y recuperar cuanto antes las clases presenciales.
Hasta el pasado viernes, un total de 308 aulas se encontraban clausuradas en Euskadi en 140 centros. Son 75 clases más que la semana anterior y el récord de toda la pandemia. Pese a esos datos, el consejero Jokin Bildarratz ha insistido en varias ocasiones que los contagios entre menores se producen principalmente fuera de los colegios y que estos son «espacios seguros». Los niños, según sus explicaciones, se infectan cuando socializan en otros ámbitos en los que se relajan las medidas preventivas.
las cifras
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5.286 positivos de niños vascos de entre 6 y 12 años registrados desde el pasado 8 de septiembre, fecha del retorno a las aulas en Euskadi.
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2.213 casos por cada 100.000 habitantes es la incidencia en menores de 6 a 12 años en Euskadi.
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145.000 son los menores vascos de entre 5 y 11 años que recibirán la primera dosis hasta enero.
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