El portavoz del Gobierno vasco asegura que impedir a una bebé llamarse Hazia le hace sentirse «humillado»
Bingen Zupiria censura la resolución judicial que obliga a la familia de la recién nacida alavesa a nombrarla Zia
El pasado miércoles, una jueza impuso a una recién nacida de Vitoria el nombre de Zia, procedente del latín y que significa semilla. Sus padres querían llamarla Hazia, que significa lo mismo pero en euskera, aunque la magistrada consideró que podía tener connotaciones negativas porque una de sus acepciones es semen. La polémica ha acompañado en los últimos días a esta resolución, y el Gobierno vasco ha mostrado su rechazo a través de su portavoz, Bingen Zupiria, quien asegura sentirse «humillado como vascoparlante».
El también consejero de Cultura y Política Lingüística, en una entrevista en Radio Euskadi, ha señalado que no entiende que, «desde un criterio lingüístico», se pueda adoptar esa decisión por parte de la magistrada, que también precisaba en su escrito que la propuesta de la familia «no aparece en ningún Registro Civil español» y que Euskaltzaindia «no reconoce Hazia como un nombre propio».
«Hazia es un nombre que está en mi mente desde que era pequeño...», ha subrayado Zupiria, que ha aprovechado para contar su experiencia. Su padre no pudo registrarle al nacer con el nombre de Bingen y le llamaron Vicente, hasta que a los 18 años pudo cambiarlo y «regularizar» la situación. En ese sentido, el portavoz ha lamentado que «creía que se vive en otro momento» diferente a los años sesenta, cuando nació. «Confío en que los padres tengan la posibilidad de recurrir, cambiarle el nombre y que esta chica no tenga que esperar hasta los 18 años para llamarse Hazia», ha finalizado.
