El plan vasco de migración aspira a poder atender a 400 personas al día
El Gobierno vasco contempla tres escenarios para ofrecer una respuesta humana «proporcionada, sostenible y solidaria»
El Gobierno vasco ha diseñado un Plan de Contingencia para dar respuesta a la crisis migratoria en la frontera con Francia con capacidad para atender ... hasta 400 personas en un solo día. Se trata del escenario C de los tres definidos, denominado «excepcional», que responde «de modo exclusivo a una situación específica»: el problema humanitario derivado del afán por alcanzar suelo francés, que ya se ha cobrado la vida de siete migrantes en tránsito.
El primer escenario del plan, el A, considerado «probable», implica estar preparados para recibir «en momentos puntuales» una afluencia de más de cien personas en 24 horas. El B, calificado como «posible», aumenta la prestación de auxilio a más de 200 migrantes en una única jornada. Si se produce esa circunstancia, podría contarse con 238 plazas para dar asilo, que aumentarían si se pasara a la fase C, para atender a cuatro centenas de transeúntes.
El Plan de Contingencia para la atención humanitaria de emergencia «se ha desarrollado y adaptado a las necesidades de cada momento» con el objetivo de «seguir ofreciendo y mejorando una respuesta humana, proporcionada, sostenible y solidaria». Es la respuesta de la consejera de Igualdad, Justicia y Políticas Sociales, Beatriz Artolazabal, a una cuestión planteada por la parlamentaria del grupo mixto Amaia Martínez. La representante gubernamental pone de relieve la labor del Gabinete de coalición para con los migrantes, más allá de recabar información sobre los perfiles de las personas que utilizan dispositivos de acogida o la participación en la Mesa Interinstitucional de Coordinación.
La crisis humanitaria se ha cobrado este año la vida de siete personas que querían cruzar a Francia
Artolazabal argumentó que la migración «no es un fenómeno accidental, sino estructural y global», que se manifiesta «en el mundo, en Europa y en Euskadi». Ofrecer una respuesta adecuada ante esta realidad «es una obligación en el derecho interno y europeo, en el derecho internacional», agregó. Y en las fronteras no solo alcanza una dimensión «normativa», sino también «humanitaria, de ética democrática», porque «define la capacidad de solidaridad y civilización de una sociedad».
La titular de Igualdad, Justicia y Políticas Sociales recordó que, aunque tanto fronteras, extranjería y migraciones sean competencia exclusiva de la Administración del Estado, desde Euskadi y las instituciones vascas «venimos trabajando en los últimos años para articular una respuesta integral a esta realidad». Lo que se traduce, indicó, en una labor coordinada con Cruz Roja y otras entidades sociales.
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