Paciente e investigadora oncológica: «Los tratamientos tardan 700 días en llegar a los enfermos»
La bióloga del CNIO Marisol Soengas destaca los grandes avances contra el cáncer logrados en los últimos años
Marisol Soengas no puede ocultar su indignación por el escándalo de los cribados de cáncer de mama en Andalucía. 2.000 mujeres fueron sometidas a ... mamografías y olvidadas durante dos largos años por un error burocrático que se ha saldado con la destitución de la consejera andaluza de Salud. «No tiene nombre. Dos años de retraso pueden suponer que un tumor ya no sea tratable», asegura en su doble condición de paciente e investigadora oncológica.
Fue el 22 de diciembre de 2023 cuando le comunicaron que tenía cáncer de mama. «Fue duro y difícil», recuerda. El impacto que siempre supone recibir semejante diagnóstico no la hizo titubear. «Ese mismo día comencé el tratamiento. No hay que perder tiempo. Siempre digo a la gente que el tiempo tiene que contar. Yo quiero ganar tiempo para mí misma con el fin de llegar a otros ensayos clínicos y quiero que otros pacientes se beneficien también».
Como directora del grupo de melanoma en el Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas (CNIO) sabe perfectamente que el pronóstico de su caso habría sido diferente hace 15 años. Más ante un tumor como el suyo, del tipo Her2+, uno de los tres tipos existentes –los otros dos son el RH+ o luminar, el de mejor pronóstico, y el triple negativo–. Descubierto en 1998, la presencia excesiva de la proteína Her2+ provoca un crecimiento celular demasiado rápido y, con ello, la enfermedad. Afecta a entre un 15% y un 20% de las pacientes y suele ser agresivo. Sin embargo, las terapias dirigidas han mejorado infinitamente la situación. «Tengo cáncer y tengo esperanza», afirma convencida.
Medicina personalizada
Hace tiempo que los oncólogos cuentan con más herramientas que la cirugía, la radioterapia o la quimioterapia para ayudar a los pacientes. La quimio, por ejemplo, tendía a arrasar con todo, tanto con las células cancerosas como con las sanas. Ahora, además de estas técnicas, ya mucho más evolucionadas, se cuenta con tratamientos como la inmunoterapia.
Aunque parezca ciencia ficción, se extraen al paciente células de sus sistemas de defensas, se las entrena para atacar el cáncer y se las reinfunden para acabar con él. Además, se conocen las características genéticas de cada tumor, su DNI, y se aplican los tratamientos en base a ello. Es lo que se llaman terapias personalizadas (o dirigidas). «Gracias a ellas estoy ahora mismo libre de cáncer», dice una bióloga que nació en 1969 en una pequeña aldea de Pontevedra y llegó a Madrid para aprender de una leyenda de la ciencia en España como Margarita Salas. Posteriomente, pasaría varios años en Estados Unidos completando su formación.
Marisol llegó el lunes a Bilbao para asistir al 20 Congreso Internacional de la Asociación Española de Investigación sobre el Cáncer (Aseica), una cita que ha reunido desde el miércoles hasta hoy a 500 especialistas de todo el mundo para abordar los últimas avances en oncología. «Nunca hemos estado mejor en la lucha contra el cáncer. Aunque queda por hacer, se han dado pasos en prevención, en diagnóstico de nuevos marcadores… Sabemos bastante», asegura la científica gallega con rotundidad. Y continúa. «Venimos de la prueba y el error. Pero ahora los avances van tan rápidos que se adelantan a la burocracia, que tiene que aprobarlos para poder aplicarlos a los pacientes».
Precisamente esta es una de las grandes áreas de mejora que la especialista aprecia frente a una enfermedad que, pese a todos los pasos adelante, sigue siendo una de las principales causas de muerte tanto en nuestro país como en el mundo –en Euskadi es la segunda, solo superada por las patologías del sistema circulatorio–. Junto a la prevención y a la necesidad de mejorar las respuestas a los tratamientos, «queda que las terapias lleguen antes a España. Somos uno de los países con mayor retraso en este aspecto. Desde que un medicamento es aprobado en Europa, tarda 700 días en llegar aquí. En Alemania el plazo es de unos 90 días y las recomendaciones internacionales son de 180. Es muy frustrante». ¿Por qué este retraso tan acusado? «Hay muchos elementos en la negociación entre las farmacéuticas, las leyes europeas, las estatales y las autonómicas y los propios hospitales».
Marisol llegó al CNIO en 2008, de manera que ha vivido de primera mano la crisis que afectó al prestigioso centro investigador por la discutida gestión de María Blasco, que invirtió miles de euros en un programa de promoción artística que nada tenía que ver con la misión de la institución. Además, fue denunciada por acoso laboral. Finalmente, fue destituida en enero de este año. «Fue un proceso doloroso, pero el cambio era necesario. Estamos muy contentos e ilusionados con el nuevo director científico», asegura la investigadora sin querer ahondar más en la cuestión.
En la base de todos los cáncer se encuentra la disparada actividad de unas células rebeldes que se niegan a morir. Cuanto más años se tiene, más probable es sufrir alguna de las mutaciones que provocan esa inmortalidad celular.
-¿Por qué se han disparado los casos entre menores de 50 años?
-Es una buena pregunta. No se sabe bien. Hay factores como la alimentación, cambios en la microbiota… Es preocupante porque no solo afecta a la población adulta, sino también a jóvenes.
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