El obispo de Bilbao pide un esfuerzo a la concertada en la «integración»
Joseba Segura cree que, en algunos casos, «está un poquito descuidada la contribución social»
El obispo de Bilbao, Joseba Segura, ha hecho un llamamiento este viernes a la enseñanza concertada a «revisar determinados planteamientos» de cara a «integrar a ... más chavales». El prelado vizcaíno ha subrayado que, pese al descenso de la natalidad, los centros dependientes de la Diócesis no están en «peligro de subsistencia», pero sí cree «muy importante» que «la educación concertada no sea segregada».
El prelado ha abordado en la Tribuna Euskadi del Fórum Nueva Economía el «hecho peculiar» de que en Euskadi «estemos 50/50» la educación pública y la privada sostenida con fondos del Gobierno vasco, un «equilibrio» que no se da «en ninguna otra zona del Estado». Le parece «absolutamente importante» que los centros diocesanos, 17 con «13.000 alumnos y 1.180 profesionales», no sean «segregados».
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La educación concertada, ha dicho, «no solo se justifica» porque quieran «transmitir un mensaje de valores, de fe», sino porque debe demostrar que «estamos haciendo un aporte de integración». Y ha llamado a «los centros de la Iglesia» a tener «una disponibilidad» para analizar si cumplen con eso y a demostrar que «no solamente tenemos derecho» a ofrecer «la educación que los padres quieren», sino también «la obligación» de hacer una «contribución social» que «en algunos centros está un poquito descuidada».
En ese sentido, Segura ha puntualizado que no quiere decir que «no se esté haciendo». Ha puesto como ejemplo «una escuela de FP en Otxarkoaga» en la que «el 40 o el 45% de los chavales son musulmanes». De hecho, según los datos de la comisión de escolarización de Euskadi, los alumnos que llegaron el pasado curso a los centros vascos fuera del plazo de matriculación, en su mayoría procedentes de otros países, se repartieron de manera muy desigual.
Los colegios dependientes de la Diócesis, aunque como ha expresado el obispo no en todos los casos siguen la misma línea, fueron en cualquier caso los concertados que más escolares recibieron de manera proporcional (13 por centro, frente a los 8,6 por colegio en Kristau Eskola, 3,2 en las ikastolas).
87% de autofinanciación
El mitrado también ha hecho un repaso a los números de la Iglesia en Bizkaia, que cuenta con un presupuesto de 134 millones de euros -el 87% procedentes de la autofinanciación- de los que 90, el 67%, corresponden precisamente a los centros educativos. Aunque uno de los «grandes problemas a futuro», ha dicho, es mantener el patrimonio, «290 iglesias y 345 ermitas» que tienen un «valor artístico, histórico y cultural». Para eso, echa en falta más apoyo de las administraciones. «El apoyo público al mantenimiento del patrimonio tuvo unos años muy fuertes y ahora es muy pequeño», ha asegurado en el evento, que ha tenido lugar en el Hotel Ercilla y que patrocinan la Fundación BBK y Solaria.
La fiscalidad vasca tampoco ayuda a aumentar la financiación de la Iglesia. «Podríamos hacer más si hubiera alguna característica similar en lo que es el reconocimiento del micromecenazgo, que en otros sitios te devuelven el 80% de una donación de hasta 250 euros y aquí el 35%», ha destallado. Eso permitiría «hacer campañas» para captar fondos, ya que los colaboradores recuperarían después parte del dinero. Y ha puesto sobre la mesa que, mientras en el conjunto de España se mantiene la población que marca la X de la Iglesia en la declaración de la renta, en Bizkaia «el dato está bajando» y se sitúe «en el 22%».
Segura reconoce que estaban «un poquito solos» en la reparación a las víctimas de abusos
El escándalo de los abusos sexuales en el seno de la Iglesia puso sobre la mesa la existencia de sensibilidades muy diversas en la jerarquía eclesial. Y en ese sentido, el obispo de Bilbao, Joseba Segura, ha reconocido que en la diócesis vizcaína «estábamos un poquito solos en esto». El prelado ha asegurado que se «alegra» del acto de reparación organizado el lunes en Madrid por el cardenal José Cobo, algo que hace ya más de año y medio se hizo en Bilbao. En su opinión, es una experiencia que «quizá en otros sitios» también «pueden hacer». Aquí, ha subrayado, «si fuera necesario» celebrar otro acto porque así lo «consideran las víctimas», se haría «en los términos» en los que los afectados planteen. El de apoyar a los afectados es, ha insistido, «un camino en el que hay que seguir», porque, si bien no «con la intensidad» de hace un par de años, «se están recibiendo denuncias y hay que seguir». Aunque considera que el «problema de imagen» de la Iglesia no es «solo» por los abusos sexuales, sí que ha señalado que han tenido «importancia» social. Y han constituido «un elemento muy importante» en la ruptura de la «coherencia». «Hemos creído que nuestra responsabilidad era dirigir moralmente, pero lo primero que tenemos que demostrar es que somos capaces de vivir con coherencia aquellos que transmitimos», ha abundado.
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