Libertad compositiva
Distancia compositiva entre Glass y Strauss? Sin duda, pero, más allá de la complejidad orquestal, también hay variables musicales que el primero de ellos toma ... prestadas de la historia para construir su genial argamasa compositiva. Y hay más, claro, porque cada uno a su manera y en su tiempo, ni se someten permanentemente a ningún dictado estilístico, ni renuncian a una radical libertad compositiva. Tenía su indudable atractivo, entonces, que ambos compartieran el programa musical de los Premios de la Fundación BBVA, también a la postre un homenaje al premiado Glass tanto con su 'Concierto', como igualmente con la monumental 'Sinfonía Alpina' de Strauss.
La primera composición sonó en sus tres movimientos intensa y dramática, inquietante, especialmente desafiante en su largo final para el solista Renaud Capuçon, cuyo violín alcanzó brillantes momentos melódicos, más como creación sinfónica completa que como singularidad instrumental. La OSE bajo la batuta de Treviño extrajo para la acústica excelente del Euskalduna la sutileza de las texturas barrocas, bachianas en ocasiones, serializadas, sublimemente repetitivas y evocadoras. Minimalismo alterado en ocasiones por las percusiones o por un final florido y reflexivo que Treviño aprovechó para subir a las tablas al maestro, aclamado por un público entregado.
El ticket doble afirmaba en su segunda parte la potencia y el virtuosismo orquestal de Strauss, con la movilización de un enorme contingente instrumental, activo de abrumadora potencia para expresar un viaje evocador por la belleza natural, casi krausista, a base de 22 secciones con sus títulos, solapadas, imponentes y conformadoras de una de las grandes obras orquestales del siglo XX. La OSE sonó compacta, armónica y rigurosa con la amplia paleta de sonoridades, grandilocuente o introspectiva y fiel a la sabiduría orquestal straussiana. Un éxito, sí.
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