La Junta garantiza a la UEFA un mínimo de 15.000 espectadores en La Cartuja
La Federación, que miró siempre con recelo a Bilbao tras la llegada de Rubiales, ha apostado por Sevilla, con la que organiza Copa y Supercopa
La estrategia de la Junta de Andalucía para llevarse la sede española de la Eurocopa ha sido apostar por la apertura del estadio de La ... Cartuja a los aficionados, una garantía que no ha dado el Gobierno vasco con San Mamés. Las instituciones vascas están convencidas de que Luis Rubiales, presidente de la Federación, no veía con agrado una sede vasca que había sido impulsada por el expresidente Ángel María Villar. De hecho, creen que ha maniobrado para que la capital vizcaína perdiera la sede en favor de Sevilla, con cuyas autoridades mantienen una magnífica relación. La Federación ha organizado en la capital andaluza la Copa del Rey -tiene un acuerdo para que La Cartuja acoja el torneo hasta 2023 y ya le ha prometido la de 2024- y la Supercopa cuando esta no se pudo celebrar en Arabia Saudí por la pandemia.
Andalucía ha hecho un importante gasto para revitalizar un estadio que estaba abandonado
En este contexto, Javier Imbroda, consejero de Educación y Deportes, ha garantizado a la UEFA y a la Federación que el estadio sevillano ocupará al menos un 25% de sus localidades, lo que suponen 15.000 espectadores sobre un total de 60.000, durante los cuatro partidos del torneo. La Junta andaluza no descarta, incluso, que ese porcentaje pueda ser mayor si las condiciones sanitarias mejoran en las próximas semanas. El operativo se ensayará en el amistoso España-Portugal del 4 de junio, donde se permitirá el acceso de espectadores.
¿Cómo se explica la contradicción de que haya aficionados en una Eurocopa y no en la Liga? Porque las competencias del fútbol profesional -Primera y Segunda División- recaen sobre el Consejo Superior de Deportes, pero las de competiciones internacionales son asunto de las autoridades autonómicas. Y en este sentido, Imbroda ha jugado un papel importante para ganarse a la Federación.
Costó 120 millones
El exentrenador ha pedido desde noviembre el regreso del público a las competiciones profesionales de fútbol y baloncesto, que reclama desde octubre. Se ha propuesto además conseguir eventos de relumbrón para su comunidad y revitalizar de paso La Cartuja, una infraestructura que costó 120 millones y que en los últimos tiempos no había llegado ni a celebrar una media de un evento por año. Se llevó la final de Copa por cuatro años, la Supercopa de este curso y 24 partidos de selecciones españolas.
Pero su gran golpe de efecto ha sido la Eurocopa. La ofensiva por el torneo se incrementó cuando Imbroda y Rubiales pidieron público en las finales de Copa. El Gobierno central salió de inmediato a abortar el plan, pero el episodio sirvió para que la Junta y la Federación intensificaran sus contactos para plantear a Sevilla como alternativa a Bilbao en la Eurocopa. Cuando hace dos semanas el Gobierno vasco hizo públicas sus duras condiciones para que San Mamés pudiera cubrir, como máximo, un 25% de su aforo, quedó claro en la Federación que Sevilla era la alternativa.
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