Los profesores vascos, los que menos se implican con los alumnos, según un estudio
Los estudiantes de Euskadi también son los que más interrumpen en clase, lo que afecta al clima del aula
Los docentes vascos son los que menos se implican con su alumnado de toda España. Por su parte, los estudiantes son los más disruptivos, es ... decir, los que más interrumpen las clases y distraen a los compañeros. Ambos factores unidos derivan en que las aulas del País Vasco tengan el clima menos propicio del país para el aprendizaje.
Así lo señala el estudio 'El apoyo de los docentes a sus estudiantes: el análisis de PISA', elaborado por Ismael Sanz, profesor de Economía Aplicada de la Universidad Rey Juan Carlos y director del área de Educación de Funcas, entidad que ha publicado el informe. Las conclusiones sobre el mal clima escolar de las aulas vascas coinciden con las de una reciente investigación de EsadeEcPol.
El documento de Funcas analiza las respuestas dadas por el alumnado que participó en el informe PISA en 2022. Además de realizar pruebas académicas, los estudiantes debían contestar si el profesor «muestra interés por el aprendizaje de cada estudiante»; si «da ayuda extra cuando el estudiante la necesita»; si ayuda a los estudiantes con su aprendizaje»; y si «sigue enseñando hasta que los estudiantes entienden». La proporción de respuestas positivas dadas por el alumnado vasco (menos del 30%) fue la más baja de todas las comunidades y también la única que se situó por debajo de la media de la OCDE.
En cuanto al índice de clima disciplinario, Euskadi también registró el dato más bajo del país, muy por detrás de la media de los países desarrollados. En este ítem entraban cuestiones como si se escucha al profesor, si hay ruido y desorden en el aula, si el profesor tiene que esperar mucho para empezar la clase o si los estudiantes se distraen usando dispositivos digitales.
Pese a que no ha realizado un análisis de las causas, el experto apunta varias hipótesis que pueden explicar el fenómeno. Por un lado, el exceso de carga burocrática impide a los docentes preparar mejor las clases y dedicar tiempo a los alumnos. Esto puede estar relacionado con el hecho de que cada vez más profesores confiesan estar desmotivados con su trabajo.
Aulas más complejas
Además, el hecho de que haya tantos estudiantes disruptivos «rompe la dinámica de la clase», explica Sanz a este periódico. «Eso provoca, por ejemplo, que el profesor tenga que dedicarse a poner disciplina y tenga menos tiempo para atender al resto, que perciben menos apoyo».
Un tercer elemento es el aumento de la complejidad, con la incorporación de cada vez más alumnado vulnerable a las aulas. «Es sin duda algo positivo pero también un reto para los centros educativos», apunta Sanz. Y eso que Euskadi tiene la ratio de alumnos por aula más baja de España, un elemento fundamental para mejorar la atención a los estudiantes.
Elevar la percepción que los alumnos tienen de sus profesores es crucial porque es una de las variables que más ayuda a mejorar los resultados académicos, que en Euskadi están en declive. «Si los alumnos sienten que sus profesores les ayudan aprenden más porque, por ejemplo, tienen menos vergüenza para preguntar una duda y aumenta el sentimiento de pertenencia al centro», expone Sanz.
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