«Los gitanos queremos estudiar, pero el sistema nos pone trabas»
Censura que en los colegios «de barrio sólo se juntan personas racializadas y gitanas» y denuncia una situación de «discriminación»
Violeta Pérez (Derio, 2001) ha roto un molde. Es la primera mujer de etnia gitana que se gradúa en Derecho en la UPV/EHU. Explica ... que la falta de «referentes» con estudios superiores se debe, entre otras cosas, a un sistema educativo «que nos pone trabas todo el rato». Hace un llamamiento al resto de la población a «que tengan en cuenta nuestra vivencia y no se basen en estereotipos».
- ¿Qué supuso el acto de graduación?
- Ha sido como una expresión al mundo de que se puede lograr. Cuando di mi discurso, lo que puse sobre la mesa fue que no es que los gitanos no queramos estudiar, sino que hay un sistema detrás que nos pone trabas todo el rato. Las personas gitanas empezamos un poco más atrás que el resto.
- ¿Por qué?
- Porque no tenemos referentes, y al final eso nos afecta bastante. Y los profesores, en general, tienen como menos expectativas hacia el alumnado gitano. Son un cúmulo de muchísimas cosas.
- ¿Esa falta de referentes está directamente relacionado con la segregación escolar?
- Claro. Y todavía hay colegios que no ponen medidas para intentar que eso desaparezca.
«Quiero formarme en el ámbito de los Derechos Humanos y seguir aportando mi granito de arena»
- Se han puesto en marcha mecanismos para repartir al alumnado vulnerable. ¿Es una buena medida?
- No soy experta en este tema, de hecho es compleja tanto la cuestión de la segregación como las diferentes formas de abordarla, y creo que es importante que pongamos aquí el foco. Los mecanismos que se están poniendo en marcha no abordan una cuestión que para mí es central, y es la falta de diversidad en los centros educativos de los barrios en los que vive un mayor porcentaje de alumnado racializado. Los porcentajes de alumnado racializado en los centros educativos de estos barrios multiplica, por mucho, la presencia real de personas racializadas residentes en estos mismos barrios, haciendo que, en Euskadi, la segregación escolar sea mucho más impactante que la residencial. La cuestión es, ¿tiene que ser este alumnado el que deje de acudir a la escuela más cercana a sus viviendas? ¿No sería mejor garantizar una calidad educativa que anime a que la diversidad de personas que componemos los barrios, se vea representada en la realidad de la escuela?
Esto sin entrar en la doble victimización que supone sufrir en solitario el antigitanismo, en un centro educativo en el que no conoces ni al alumnado ni al profesorado y además, alejado de tu vivienda y en una etapa tan vulnerable como la infancia…Para mí, sin lugar a dudas, el reparto nunca será una solución a un problema como la segregación, profundamente cimentada en el racismo, el antigitanismo y la desigualdad socio-económica.
- El sistema educativo público es sólido y, quizá por eso, a quienes desconocemos la realidad de la comunidad gitana nos pueda sorprender que no haya más personas que sacan una carrera. ¿Qué nos diría?
- Es una pregunta complicada, pero lo que diría sobre todo es que nos tienen que escuchar. Que tengan en cuenta nuestra vivencia y que no se basen en estereotipos.
«Muchos padres evitan llevar a sus hijos a los colegios donde hay personas gitanas»
Leyes antigitanas
- Imagino que sus padres estarán orgullosos.
- Mi padre andaba no sé cuántos kilómetros para ir a la escuela y así aprender a leer, y mi madre se sacó el graduado escolar cuando era mayor. He visto cómo quisieron estudiar pero no pudieron, porque en su época lo importante era llevar dinero a casa. Pero tanto a mí como a mi hermano nos animaron en todo momento. Han hecho muchos esfuerzos para llevarme a la academia de inglés, por ejemplo. Y valoras el hecho de que te impulsen tanto y que quieran una vida mejor para ti. Ha sido muy emotivo.
- ¿Qué planes tiene ahora?
- Estudiar el máster de acceso a la abogacía y seguir colaborando con AMUGE (Asociación de Mujeres Gitanas de Euskadi) y Romi Berriak, que es una asociación de juventud gitana. Quiero ayudar en lo que pueda, aportar mi granito de arena.
- ¿Y en el futuro?
- Hace poco estuvimos en el Parlamento europeo. Nos invitó Patricia Caro Maya, que es una eurodiputada, porque se cumplían 80 años del Holocausto. Se hizo una conmemoración y estuvimos allí gitanos de toda Europa. Ver esa unión me ha hecho querer seguir formándome, sobre todo en el área de Derechos Humanos.
- Su trabajo de fin de grado analizó las leyes primeras antigitanas, de 1499. ¿En qué se traduce eso hoy en día?
- En que sigue existiendo esa discriminación hacia nosotros. Siempre se nos ha tenido como enemigos, como personas desconocidas. Cuando entramos a una tienda, el personal de seguridad nos persigue porque piensa que vamos a robar. O no nos alquilan habitaciones o casas porque piensan que no vamos a pagar o que las vamos a destruir.
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