Apenas tres de cada diez universitarios vascos se prepara para las profesiones del futuro en Euskadi
La OCDE, empresarios y rectores españoles alertan de la necesidad de que los jóvenes elijan estudios de ciencia y tecnología para afrontar la revolución digital
La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) ha alertado en su reciente informe de Davos de que los estudiantes no eligen carreras ... que va a precisar la sociedad en el futuro. Y lo que es más preocupante aún, que cuatro de cada diez jóvenes se matriculan en profesiones condenadas a desaparecer por la automatización. La Conferencia de Rectores de las Universidades Españolas (Crue) se ha sumado también a las advertencias realizadas en las últimas semanas a los responsables educativos y señala que los estudios tecnológicos con mayor demanda en el mercado laboral por la revolución digital han reducido un 30% su matrícula. Euskadi no es ajena a esta elección poco práctica de los grados: los estudiantes que cursan las denominadas especialidades STEAM -ingeniería, matemáticas y ciencias- son apenas tres de cada diez, mientras las necesidades de estos profesionales se disparan en la industria.
El informe de la OCDE comparaba los deseos de los adolescentes examinados en las pruebas PISA 2018 con el riesgo que tienen los empleos de ser automatizados en el futuro. El listado de profesiones en peligro de extinción que señala este organismo -que entre otras misiones tiene la de mejorar la educación- está relacionado con «la banca, seguros, mecánica, la atención al público, viajes, cuidados, comercio...». Pero también señalaba los ámbitos en los que van a hacer falta trabajadores cualificados: los perfiles relacionados con las tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC), matemáticas, física e ingenierías, principalmente.
Esta advertencia la hacen los empresarios vascos desde hace años sin mucho éxito. Confebask calcula que más de un 65% de los puestos son para titulados en especialidades tecnológicas. Y siete de cada diez empresas tienen dificultades para encontrar esos perfiles. La industria demandó en 2018, últimos datos disponibles, más de 6.000 ingenieros.
Las cifras de matriculación en las universidades muestran en qué se están formando los jóvenes vascos. De las 8.678 plazas que ofertaba la Universidad del País Vasco este curso, 1.980 eran para ingenierías -en doce grados no se han completado los puestos disponibles-; 80 son del grado de Matemáticas y 70 del de Física. Más de la mitad de los estudiantes que entraron a las aulas de la UPV/EHU en septiembre lo hicieron en estudios de Ciencias Sociales y Humanidades. El interés por los estudios técnicos en Euskadi no crece al ritmo necesario: el número total de estudiantes de todos los cursos de ingenierías de la Universidad pública vasca era en 2018-2019 de 7.300, doscientos menos que el año anterior.
Deusto celebró la pasada semana la investidura de sus graduados en el campus de Bilbao. La fotografía que dejó el acto era reveladora: un centenar de los recién titulados había terminado sus estudios de ingenierías frente a casi medio millar de titulados en Educación y Psicología, 350 de Ciencias Sociales y Humanas y otros tantos de Económicas y Empresariales. La Universidad de los Jesuitas cuenta en la actualidad con 903 alumnos en las diferentes ingenierías, 500 más que hace cinco cursos, pero solo un 9,7% de sus 9.305 estudiantes de grado.
Mondragón tiene 2.177 estudiantes matriculados en ingenierías (1.680 en grados, 381 en máster, y 116 en doctorado), lo que supone el 40% de sus alumnos de todas las carreras. La universidad guipuzcoana cuenta en primer curso de grado de las diferentes especialidades técnicas con 473 estudiantes, veinte más que el anterior. Ninguna de las dos privadas vascas ofrece especialidades de Ciencias como Matemáticas o Física entre su oferta.
«Colegios, familias y toda la sociedad deben fomentar las vocaciones tecnológicas»
Araceli Garín | Vicerrectora UPV/EHU
«Sin suficientes ingenieros, matemáticos o físicos nos quedaremos fuera de la revolución 4.0»
Juan Carlos Gómez |Conferencia de Rectores
«No compensa el esfuerzo»
El informe que acaba de hacer público la Conferencia de Rectores detalla que los universitarios matriculados en carreras tecnológicas, «claves para el crecimiento económico», han caído en España un 30% desde 2000. «El descenso es preocupante. Estas titulaciones son fundamentales para que el desarrollo de actividades económicas basadas en la digitalización no se vea frenado por la escasez de trabajadores», alertaba el presidente de este colectivo, José Carlos Gómez Villamandos. «Sin suficientes ingenieros, matemáticos o físicos nos quedamos fuera de la revolución 4.0 y seremos tecnológicamente dependientes», advertía. Los responsables de la Conferencia de rectores apuntaron una razón para que no sean las carreras preferidas por los jóvenes, son estudios exigentes «y no les compensa el esfuerzo» por la calidad del trabajo que encuentran al salir.
La vicerrectora de estudios de Grado y Posgrado de la UPV/EHU, Araceli Garín, incide en que el esfuerzo desanima a muchos y que es necesaria una labor para fomentar las vocaciones científicas y tecnológicas y orientar a los alumnos hacia estos estudios previa a la Universidad. «Hay que hacerla desde Secundaria e, incluso, Primaria». Garín cree que también es una responsabilidad «de las familias y la sociedad». Confebask también achaca el déficit de personal cualificado, además de a la demografía, a la «orientación educativa».
«Hay que atraer a las chicas, es la mitad de la población joven»
La socióloga María Silvestre destaca la necesidad de fomentar las vocaciones tecnológicas entre las chicas porque, de otro modo, «dejamos fuera a la mitad de los jóvenes que pueden desempeñar estas profesiones». Hay mucho camino por delante. Poco más de un 25% de los alumnos de carreras técnicas en Euskadi son mujeres, y la cifra está estancada desde hace años e incluso ha descendido ligeramente. Silvestre confía en que las campañas que se hacen en la actualidad para atraer a las estudiantes van a empezar «a dar sus frutos» ya. «Se va a conseguir porque ahora hay intereses económicos y empresariales en atraer a las chicas», vaticina la profesora de la Universidad de Deusto.
En su contexto
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16,6 jóvenes vascos de cada 1.000 de entre 20 y 29 años estudian o son titulados en carreras tecnológicas y de ciencias, según un estudio de la Fundación BBVA. La tercera comunidad por detrás de la Rioja (25,6), y Madrid (19,9), y empatada con Navarra, pero aún insuficiente para las necesidades actuales. Esta tasa es muy reducida en comunidades como Baleares (2,9), Castilla-La Mancha (4,1), Canarias (5) y Extremadura (5,8).
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