Hoy acaba un curso escolar que ha logrado mantener la presencialidad a pesar del covid

Una media del 99,28% de las aulas han permanecido abiertas a diario gracias a la labor de profesores, directores, alumnos y familias y se han cerrado menos de media docena de centros, y por períodos de pocos días. El propio Gobierno vasco celebró un acto el pasado viernes para dar las gracias a la comunidad educativa por la «labor y dedicación» en este complicado «curso covid».

En medio del desastre que se ha provocado el virus en muchos ámbitos de la sociedad, ha sido el pequeño 'milagro escolar', que parecía tan complicado de conseguir en septiembre, El curso comenzó entre una gran incertidumbre y el temor de que fuera necesario volver al confinamiento y la enseñanza online, como ocurrió al estallar la crisis sanitaria y que tuvo consecuencias negativas para los aprendizajes principalmente de los alumnos más desfavorecidos.

Pero este año académico se ha hecho frente al virus en mejores condiciones que el pasado gracias a «la evidencia y el conocimiento adquirido por la comunidad científica y la experiencia de los centros en la gestión y rastreo de casos», destacaba el propio Departamento de Educación en su última comunicación a los centros. Para profesores, directores, y el resto del personal ha sido un curso de mayor carga de trabajo y responsabilidad. «Se han vivido momentos de gran tensión», apuntaba Educación en su reciente felicitación a la comunidad educativa.

Los protocolos sanitarios han marcado el día a día en las aulas. Mascarillas, distancias, limitación de contactos, geles desinfectantes, grupos burbujas, ventilación... Unas medidas de seguridad que se repetirán a principios del próximo curso, pero que podrían relajarse si llega la anunciada vacunación de los escolares en septiembre. Educación y los propios docentes han puesto un sobresaliente a los alumnos por su responsabilidad, por la forma en la que han asumido todas estas normas que limitaban su relación y sus movimientos al máximo. «Si bien los centros han reflejado la incidencia del virus en la sociedad, no han sido vectores de contagio, sino más bien todo lo contrario», ha valorado el Departamento de Jokin Bildarratz.

La vacunación también ha marcado un antes y un después en las aulas. Los peores momentos de contagios y confinamientos se produjeron después de las vacaciones de Navidad, con un pico de 253 aulas cerradas el 5 de febrero. La vuelta al cole tras la Semana Santa fue muy diferente. La incidencia de casos comenzó a caer y el miércoles pasado se tocó fondo en el número de confinamientos de alumnos: 18 aulas cerradas, un 0,13% de total. El arranque de la inmunización en la población ha permitido que la recta final del curso se haya vivido con mayor tranquilidad en los colegios, «con menos incertidumbre y ansiedad por parte de los profesionales», apunta Educación .

La pandemia también ha introducido cambios en los aprendizajes, que han llegado para quedarse. Los colegios han hecho un salto obligado a la enseñanza online, que va a mantener un papel fundamental en las aulas del futuro. El impulso de los espacios al aire libre para actividades académicas y una mejora sustancial de las medidas de higiene, ventilación y limpieza serán otras de las herencias positivas de la pandemia.

La factura que el covid deja en las aulas también es alta: asciende a 160 millones de gastos extra. Este curso se han contratado a más de un millar de docentes de refuerzo en la red pública, que se mantendrán el próximo año, junto con los 1.157 monitores de comedores y trabajadores de cocina; además de la adquisición de 90.000 ordenadores en dos cursos. El Departamento de Educación ha realizado en este segundo curso en pandemia cerca de 23.000 sustituciones de docentes en la red pública, un 20% más que la cifra anterior a la crisis sanitaria, aumento provocado por la pandemia, tanto por los casos positivos como por confinamientos de contactos.