La cruel historia de Luz, Maura y Mercedes a las que hoy se espera localizar: fusiladas por guapas y ser hermanas de «rojos»
La antropóloga forense Gema López explica que fueron víctimas de la llamada «represión por delegación» para castigar a sus familiares
Soraya Pérez
Martes, 10 de diciembre 2024, 08:15
Los recuerdos de un conflicto bélico siempre son amargos. No importa cuánto tiempo pase, la historia de una tragedia nunca puede sacarse de la memoria. ... En 1936 España se desangraba en una Guerra Civil que concluyó en 1939 con el inicio de una larga y represiva dictadura que duró cuatro décadas y miles de familias rotas. Casi noventa años después, muchas de esas familias siguen heridas por el dolor de la pérdida de sus seres queridos, muchos de ellos enterrados en cunetas y fosas comunes y a los que la historia impuesta por los vencedores les ha intentado borrar de la memoria colectiva. Es el caso de las hermanas Ferrer, oriundas de Otur (Valdés), fusiladas en Valdepares el 1 de septiembre de 1936 por ser guapas y de familia de «rojos» como únicos delitos. Se trataba de Luz, de 21 años; Maura, de 18, y Mercedes, de 20 hijas de una familia de sindicalistas. Sus restos reposan desde entonces en la fosa común del cementerio de La Caridad (El Franco) y hoy, si el tiempo lo permite, un grupo de antropólogos de la Universidad de Oviedo, investigadores, arqueólogos y científicos tratarán de localizar sus cuerpos para proceder a su exhumación y devolverlas a sus descendientes.
La excavación de la fosa es la primera que financia el Principado al 100% con motivo de su plan de restauración de la memoria democrática. Gema López, antropóloga forense, forma parte del equipo técnico que llevará a cabo las excavaciones en La Caridad, que podrían extenderse más de una semana.
El asesinato de las tres hermanas Ferrer se enmarca en lo que se conoce como «represión por delegación». Es decir, por venganza y con el fin de hacer daño a quienes supuestamente hayan cometido un delito. Las hermanas Ferrer realmente eran cuatro, pero mataron a las tres mayores: Luz, de 21 años; Mercedes, de 20 y Maura, de 18. A la menor no se la llevaron porque en ese momento tenía sólo 14 años. Ellas venían de una familia de ideología política de izquierda. Aunque las tres hermanas asesinadas eran inocentes de cualquier delito, las mataron para hacerle daño a sus familiares. «Todos los hombres de la familia estaban el día que las asesinaron defendiendo Gijón y ellas estaban solas en casa. Las fusilaron y las tiraron por el camino sin compasión. Esto es lo que se llama: 'represión por delegación', que consiste en hacer daño a personas que son inocentes como una manera de castigar a sus familiares», comenta Gema López.
«Su delito fue haber sido hijas de Manuel Ferrer, un sindicalista. Era presidente del sindicato de artes gráficas de Luarca. El día de su muerte, en Valdepares el 1 de septiembre de 1936, se las llevaron de su casa, las asesinaron y acabaron en esta fosa común donde ahora se encuentran en el cementerio de La Caridad, en El Franco», añade la antropóloga forense.
Explica, además, que todavía existe la duda sobre si una de las tres hermanas está realmente dentro de la fosa o no. «Se dice que están las tres, pero hay dudas sobre una de ellas. En todo caso no lo sabremos hasta que empecemos a excavar. Nuestro objetivo es devolver cuanto antes los cuerpos a sus familiares (sobrinas), que son muy mayores y tienen esta gran necesidad de que se aclare todo», indicó López.
Gema López indica que la hermana pequeña, la única que quedó viva, sufrió represión en vida y tuvo que cargar con el recuerdo de sus otras tres hermanas asesinadas. «Esto es lo que solía pasar en aquel momento con la mayoría de las mujeres, pues la eliminación física siempre se hacía más a los hombres que a las mujeres», destaca.
El Principado actualmente esta trabajando con un mapa de fosas elaborado por la Universidad de Oviedo que tiene localizados 398 fosas, en 62 concejos. En el cementerio de La Caridad se espera localizar los restos de estas tres hermanas. Posteriormente se excavará en la fosa del Molín de Xilu (Las Regueras), donde se cree que hay una veintena de víctimas, y en la fosa común del cementerio de Satianes de Molenes (Grado).
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