«El consumo de 'snacks' está acabando con los orangutanes»
La veterinaria vasca Karmele Llano lidera en Borneo un equipo de 250 personas que lucha a quemarropa contra la industria del aceite de palma para salvar elreino menguante del primate rojo
Icíar Ochoa de Olano
Sábado, 1 de septiembre 2018, 00:52
Viajamos al sudoeste de la gran isla de Borneo, donde la veterinaria y primatóloga Karmele Llano (Bilbao, 1978) se parte la cara a diario, desde 2003, por preservar aquel remoto santuario natural y a sus moradores pelirrojos. Ahora lo hace al frente de un destacamento de activistas. Entre ellos, muchos dayaks, descendientes de los fieros cazadores de cabezas.
- En breve anochecerá allí. ¿En qué ha consistido su jornada de hoy?
- Hoy hemos tenido que atender a un orangután que tenía heridas de machete. Pero vamos a tener que amputarle una mano...
- ¿Qué le ha sucedido?
- Bueno, a menudo recogemos ejemplares que han sido perseguidos porque, al quedarse sin su hábitat, entran en plantaciones o en poblados a buscar alimento, y la gente se asusta.
- Los autóctonos... ¿se asustan?
- En Borneo hay mucha gente inmigrante, que viene de otras islas, y no conoce a los animales de este entorno. Y reacciona de forma agresiva... Pero el día ha dado más de sí.
- Cuente.
- Tenemos varios proyectos de desarrollo sostenible de las comunidades y justo hoy ha venido un experto para hacerles un 'training' de un sistema que alterna el cultivo de arroz orgánico y de peces en el mismo campo. Y hemos estado sembrando el arroz.
- Entonces, también se ocupan de los animales racionales.
- Es que el problema del orangután es el humano. Su mayor amenaza está en la pérdida de su hábitat y eso ocurre, entre otras razones, porque la gente que vive en Borneo necesita cubrir sus necesidades mínimas. Y toman bosque para hacer cultivos. Si les proporcionamos capacitación agraria, obtienen más producción y no necesitan más hectáreas, o damos una alternativa a los que practican la tala ilegal y la caza.
- ¿Cuántos ejemplares tienen en el centro de Borneo que dirige?
- 112. La mayoría son crías que se han quedado huérfanas después de que mataran a sus madres. Bien por el conflicto con humanos, bien para comerlas o bien para el tráfico ilegal.
- ¿Qué hacen con ellas?
- Esos bebés se tienen que rehabilitar. Intentamos reproducir las condiciones en las que estarían en la naturaleza y tratar de que aprendan los unos de los otros a subirse a la cima de los árboles, buscar comida y hacer nidos donde dormir, de manera que estén preparados para sobrevivir por sí mismos en la naturaleza cuando llegue el momento de liberarles. Es un proceso largo y duro.
- ¿Y consiguen devolverles a la vida salvaje con éxito?
- Sí. Tenemos algunos monitorizados desde hace tres y cuatro años, y están bien.
- En su caso, su infancia está ligada a la casa de su abuela, en un pueblo de A Coruña donde veraneaba.
- Y a un pueblito castellano, Montejo de San Miguel, una zona también muy rural y salvaje.
- ¿Hay conexión Galicia-Burgos-Borneo?
- Sí. De hecho, la Galicia más recóndita y tradicional todavía se parece un poco a Borneo.
- ¿Qué tienen los orangutanes rojos para que haya decidido aislarse junto a ellos en una selva a 20.000 kilómetros de casa?
- Los primates siempre me han interesado. Y el orangután es muy especial. Es como el humano, pero mejor, porque no tienen maldad. Lo que me ató a esto fue la deforestación brutal en un lugar con tanta biodiversidad, tantos animales sufriendo por todos los sitios y la falta de recursos para este tipo de cosas, secundarias, que solo nos importan a los del primer mundo porque tenemos la vida resuelta. Mi contribución aquí será mucho más importante que cualquier cosa que pudiera haber hecho en Bilbao, España o Europa.
- Quiere salvarlos. De la todopoderosa industria del aceite de palma.
- Esas multinacionales vienen aquí, les quitan las tierras a los locales para luego llevar sus producciones a nuestros países, hacer que la pongan en todos los productos para que sean más baratos y consumamos más y más, y luego nos lo pongan en el biodiésel...¡ y pensemos que estamos ayudando al medio ambiente! Allí nos engañan todo el tiempo.
- Los 'snacks' también lo llevan, de manera que cuando compro una bolsa estoy contribuyendo a su extinción, ¿es eso?
- A los orangutanes y a otros muchas especies. Un ecosistema entero.
- Prácticamente, la mitad de los productos envasados que vemos en el supermercado contienen aceite de palma. ¿Cómo se para esta cadena de destrucción?
- Los consumidores tenemos mucho poder. Si no tomamos esas mierdas y optamos por la economía local, la destrucción se para.
- Esa cicatriz de 36 puntos de sutura que cruza su frente...
- Ya, bueno, fue hace mucho. Un fallo técnico en el rescate de un gibón.
- Los suyos, ¿la comprenden?
- Sí, me apoyan un montón. A su manera, también son activistas.
EL DATO
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148.500 Es el número de orangutanes que han desaparecido entre 1999 y 2015, según la última estimación científica, lo que supone en torno al 50% de la población total. La deforestación y la caza humana son los principales enemigos de estos grandes simios, considerados los primates más inteligentes. Viven exclusivamente en las zonas boscosas de Sumatra y Borneo, en Indonesia. El 90% del tiempo lo pasan en los árboles, donde se construyen nidos con ramas para dormir. De gran envergadura -un macho con los brazos abiertos puede alcanzar los dos metros-, viven una media de 40 años. La palabra malaya orangután significa persona del bosque.