Complejo nuclear de Sizewell, en Reino Unido.

La ministra Ribera critica la decisión de Europa sobre la nuclear: «Es dar por verde lo que no es»

Asegura que ni esta energía ni el gas van a dar una solución a corto plazo a la crisis energética actual

h. rodríguez

Jueves, 7 de julio 2022, 12:03

La decisión de etiquetar como verde la energía nuclear adoptada este pasado miércoles por el Parlamento Europeo deja un reguero de reacciones de todo tipo, entre ellas las del Gobierno español, alineado con los países que no están de acuerdo. Lo ha dejado claro este jueves la vicepresidenta tercera y ministra para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, Teresa Ribera, que ha manifestado su preocupación por la inclusión del gas y la energía atómica como inversiones sostenibles.

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«No lo compartimos. Creemos que el gas natural, la energía nuclear, lógicamente son soluciones de transición con las que vamos a seguir conviviendo, pero eso no significa que sean verdes. Nos parece desafortunado el acto delegado de la Comisión Europea. Evidentemente, respetamos el voto del Pleno del Parlamento Europeo, pero al final nos parece que es dar por verde lo que no es», ha aseverado Ribera en una entrevista en la Radiotelevisión del Principado de Asturias recogida por Europa Press. En ese sentido, la ministra ha valorado que la decisión se explica en el marco del contexto de emergencia energética actual y debido a que «algunos Estados miembro de la Unión Europea» están «muy focalizados a nueva inversión» en estas tecnologías. No obstante, ha opinado que ni la nuclear ni el gas «van a dar una solución en el cortísimo plazo» a la coyuntura energética actual.

En cuanto al contexto internacional de la energía y a la posibilidad de que se produzca un corte total en el suministro de gas ruso hacia Europa, Ribera ha señalado que le «preocupa enormemente», y ha subrayado que el continente está viviendo «un chantaje energético por parte de Putin». En relación con ello, ha recordado que el próximo 11 de julio se producirá un corte en el suministro del gasoducto Nord Stream 1, que hace fluir el gas desde Rusia a Alemania, debido a razones de mantenimiento, y ha hecho hincapié en que «hay una preocupación muy alta» sobre la posibilidad de que estas operaciones se alarguen más allá de lo habitual.

Energías «que no son de futuro»

También la vicepresidenta primera del Gobierno y ministra de Asuntos Económicos y para la Transformación Digital, Nadia Calviño, ha hablado sobre el tema aunque se ha centrado en la decisión de Francia de nacionalizar Électricité de France (EDF). Lo ha relacionado con las dificultades que tiene el país vecino en el ámbito nuclear, una situación que «no es comparable a la de España», donde existe «diversificación» de fuentes energéticas. Ha insistido en que no se pueden comparar ambos casos, pues Francia tiene una parte importante de su parque nuclear parado y su vuelta a la actividad exigiría «inversiones descomunales» que «probablemente ningún inversor privado está dispuesto» a acometer.

«Yo interpreto que por eso se plantea una acción extrema como esa. Pero en España tenemos una diversificación de fuentes, de tecnologías energéticas, es una situación que no es comparable», ha subrayado. En todo caso, considera que la decisión del Gobierno francés de nacionalizar EDF resulta «interesante» para quienes defienden que la energía nuclear es la solución, cuando lo que revela lo sucedido en el país galo es «el enorme coste» que tiene usar tecnologías «que no son de futuro».

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Tapia, a favor

En el lado contrario, la consejera de Desarrollo Económico, Sostenibilidad y Medio Ambiente del Gobierno vasco, Arantxa Tapia, que desde Stuttgart, ha respaldado la decisión de la Eurocámara. En su opinión, tras la invasión de Ucrania por parte de Rusia y las sanciones impuestas a esta última, «el gas no está garantizado», y la situación tendrá «grandes consecuencias» no solo en los hogares, sino también en las grandes empresas, y supondrá «un nuevo golpe para la economía».

Tapia ha defendido que, «teniendo claros los objetivos para 2030, debemos actuar con un poco de flexibilidad y partir del realismo». Así, «tenemos que ser conscientes de que el gas es imprescindible y que las energías renovables no se consiguen de un día para otro».

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