En Brasil se reza a las cuatro de la mañana
Influencers religiosos ·
Dos millones de personas siguen en directo las oraciones de Frei Gilson, un fraile católico con más de once millones de seguidores en instagramUn imperio religioso se alza en las redes sociales brasileñas con un fraile católico a la cabeza. Gilson da Silva Pupo, más conocido como Frei ... Gilson, acumula 11 millones de seguidores en Instagram y 8,5 en Youtube, y sus publicaciones más populares son justamente las que mayor sacrificio requieren. Cada día a las cuatro de la mañana este religioso de 38 años retransmite en directo una hora de rezos y oraciones que más de dos millones de brasileños siguen fervientemente.
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«Algunas personas ven extraño que me despierte tan temprano para orar con él, pero es un momento en el que la casa está tranquila y estás desconectado del mundo», asegura Cláudia Rodrigues de Oliveira, que vive con su marido y sus dos hijos adolescentes. Rodrigues, de 54 años, ejerce como psicóloga y, aunque entra a trabajar a las 7.40, se levanta cuatro horas antes para conectarse a las «oraciones del amanecer» de Gilson, como hacen a diario otros dos millones de personas.
El líder religioso, además de mover masas en el campo digital, también lo hace en el terrenal. De hecho, en las últimas navidades 37.000 personas acudieron de madrugada a Cachoeira Paulista, en el estado de São Paulo, para presenciar su 'show'. Un espectáculo más propio de una estrella de rock, ya que además de rezos y sermones, el guía espiritual y cantautor interpretó varios temas acompañado de su guitarra. La conexión con el público era palpable y los fieles, visiblemente cautivados, se hacían eco de sus oraciones y coreaban las letras de cada canción con entusiasmo, como verdaderos fans. Al estilo de los grandes conciertos, las gradas se iluminaron con los destellos de las linternas de los teléfonos móviles de los fieles. Pero hubo una diferencia notoria, porque cada feligrés, en lugar de pagar cientos de dólares por una entrada, sólo debía aportar un kilo de arroz, azúcar o legumbres secas que después serían donadas. El evento se retransmitió en directo como la última sesión que completaba el rosario de 40 días dedicado a San Miguel.
Danielle de Freitas fue una de las millones de personas que se despertó cada madrugada durante esas cuarenta jornadas. «Era agotador. Es muy duro despertarse a las cuatro de la mañana y seguir con la rutina laboral normal, con una hija pequeña… pero en ese momento me siento realmente cerca de Jesús», admite la mujer, de 40 años.
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37.000 personas
acudieron al espectáculo que ofreció el monje de madrugada la Navidad pasada. Millones de personas le siguieron desde su hogar.
Esta tendencia viral, según explicó recientemente el propio Frei en un podcast, surgió en realidad de una penitencia que el fraile se impuso a sí mismo. «Dejar los dulces y los refrescos ya no me parecía un gran sacrificio, así que pensé que podía entregarle mi sueño a Dios», explica. Así fue como en 2020, durante la Cuaresma, comenzó a realizar los rezos de la madrugada. Ahora, la costumbre de levantarse temprano para seguir oraciones en directo se extiende deprisa en el país carioca, que alberga la población católica más grande del mundo. Pero no sólo allí, esta tendencia digital-religiosa también ha llegado ya a nuestro territorio.
Conocida en las redes como '@llamameyumi', Paula Vega es una de estas creadoras de contenido, que presume de ayudar a sus más de 80.000 seguidores a «conocer un poco más a Dios y las razones por las que creemos». Esta malagueña de 30 años viajó en verano a Roma para acudir al histórico llamamiento del Vaticano al que fueron invitados más de un millar de influencers católicos de 46 países como parte del Jubileo. «La Iglesia se ha dado cuenta de que los jóvenes no están en las parroquias, pero sí en las redes. Somos la puerta de entrada a la fe», asegura.
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La Iglesia explora nuevas formas de comunicación para conseguir llegar a los jóvenes y las redes sociales juegan un papel fundamental
Otra misionera digital es 'la monja tuitera' Xiskya Valladares, quien también acudió a la Santa Sede. Fue una de las cuatro españolas invitadas a participar el pasado año en el célebre Sínodo con el que el Papa Francisco comenzó a poner la Iglesia católica al día con el mundo moderno. Desde Mallorca, donde reside, esta religiosa y activista nicaragüense hace autocrítica: «Las misas ya no atraen a los jóvenes, ni siquiera a mí. Ellos sí tienen fe, pero si no acuden a la iglesia es por culpa nuestra. Hay que conectar con su realidad y ofrecer el mensaje de Jesús en un lenguaje renovado». Además de una ferviente fe, la monja posee un doctorado en comunicación y es fundadora de 'iMission', «la red católica digital para la evangelización en internet».
Quique Mira, de 26 años, es otro de los líderes religioso-digitales españoles que comparte su contenido con más de 170.000 seguidores. Tiene, además, un podcast en el que colabora con distintas figuras religiosas para asesorar a los jóvenes sobre cuestiones espirituales y existenciales. Proveniente de una familia no religiosa, reconoce que para él la Iglesia «era aburrida y tradicional» y «un conjunto de normas que no me interesaban porque no me ayudaban en mi vida». Sin embargo, un acontecimiento decisivo le llevó a realizar un cambio drástico en su vida y eligió poner toda su energía en la fe. «Las dudas siempre son una oportunidad para profundizar. No se trata de seguir algo porque sí, sino de parar y preguntarse si esto es auténtico», defiende.
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«Es muy duro despertarse a las cuatro de la mañana, pero me hace sentir realmente cerca de Jesús»
Vestir el mensaje
La marca de ropa online Aute Brand es otro de sus proyectos, que ha nacido para «llevar el mensaje literalmente puesto». Mira lo considera «un instrumento que encamina todas sus acciones hacia el mismo propósito: compartir el mensaje de Cristo con los jóvenes y ofrecer todas las opciones para vivir la fe». Algunos de los textos que se leen en sus camisetas son 'Gracias a Dios que no encontré lo que buscaba, sino lo que debía encontrar' o 'No se trata de suerte, sino de Dios', todos escritos en inglés.
Los influencers religiosos difunden su mensaje a través de las redes, pero también han creado apps y webs para evangelizar. Algunos incluso tienen una tienda online de ropa con sus mensajes
Y es que en el contexto actual, cualquier forma de llegar a los jóvenes es válida para la Iglesia católica. Los datos no engañan, la sociedad cada vez es menos creyente. Si hace dos décadas, nueve de cada diez ciudadanos se consideraban católicos, el porcentaje de fieles supera por poco la mitad, aunque solo un 18,8% de ellos son practicantes, según revelaba el CIS en abril. Entre los menores de 24 años la cifra de seguidores de Cristo ronda el tercio y las bodas por la iglesia son cada vez menos populares, hasta caer un 40% en diez años. La Iglesia busca renovarse apoyándose en una nueva generación de misioneros digitales, un fenómeno que ha cobrado fuerza en el mundo virtual de los jóvenes y que contribuye a modernizar y acercar el mensaje religioso a estas nuevas audiencias que marcarán el porvenir de la fe.
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