Los ayuntamientos mantienen sus planes de Carnaval pese a la petición de prudencia de Salud

Es cierto que la orden publicada el sábado por el Ejecutivo de Vitoria es nuevamente difusa e inconcreta y aconseja «suspender o posponer temporalmente, mientras se mantenga el municipio en situación de incidencia superior a los 400 casos por 100.000 habitantes, la celebración de todas aquellas actividades, independientemente de su ámbito, en las que las autoridades municipales prevean que no se pueda garantizar el cumplimiento de las medidas preventivas previstas en esta Orden».

Queda claro que la pelota se deja en el tejado de los ayuntamientos en cuanto a la valoración del riesgo. En el apartado cuantificable, el de la incidencia, Bilbao suma ahora 1.250 casos, es decir, el cuádruple de los 400 recogidos en la orden. También es cierto que se podría cuestionar el hecho de seguir utilizando esta variable cuando buena parte de los enfermos ya no se confirman, pero eso es otra historia.

La cuestión es, ¿supone un desfile de carnaval un riesgo a la hora de mantener las medidas de seguridad, como es la distancia? En el Ayuntamiento de Bilbao, siempre más prudente que la media, se lo han pensado mucho. Finalmente, la concejala de Fiestas, Itziar Urtasun, apuntó ayer que, según los análisis de los técnicos municipales, se cumple con los criterios para celebrar el desfile (que tendrá lugar en la Gran Vía el sábado 26). Eso sí, se trata de un evento organizado por Bilboko Konpartsak.

¿Cómo es posible que un acontecimiento de este tipo no comprometa las medidas de seguridad? Desde el colectivo festivo ya avanzaron la semana pasada a este periódico que la configuración del desfile se había cambiado con respecto al de los últimos años, dándole más espacio en la Gran Vía y finalizándolo en la plaza Circular, desde donde es más fácil que el personal se disperse sin aglomeraciones por calles de la dimensión extensa de Buenos Aires y Navarra. Por otra parte, también hay que tener en cuenta que desde las instituciones cada vez resulta más complicado e impopular mantener unas restricciones que no se contemplan en casi ningún otro sitio. Bilbao es de las ciudades que más han resistido esa presión.

Ante la proximidad del Carnaval la consejera de Salud, Gotzone Sagardui, volvió a insistir ayer en que «hay que tener cuidado», sobre todo en lugares en los que se puedan producir aglomeraciones. Aunque la mayoría de las medidas han quedado desactivadas se sigue recomendando la distancia de seguridad, por lo que reclamó que las celebraciones se adapten a la actual situación, que no es de normalidad.