Las tiendas de disfraces de Bilbao comienzan a ver la luz
«Se nota que ya hay ganas de Carnaval, porque estos días teníamos colas en la tienda incluso antes de abrir». Aingeru Cuñado, gerente de ... Disfraz Jaiak, asegura que desde hace una semana se empieza a sentir el movimiento en los pedidos 'online' y de las ventas en la tienda. Ya han pasado casi dos años desde que las fechas marcadas en el calendario por el protagonismo de los disfraces tuvieron que posponerse. Durante este tiempo, los negocios del sector han visto cómo caían las ventas en Halloween, navidades, despedidas de soltero y, por supuesto, en carnavales. Pero con la confirmación por parte del Ayuntamiento de Bilbao de que este año sí habrá desfile y el anuncio del Gobierno vasco de la reapertura del ocio nocturno, los comerciantes y la ciudadanía han recuperado el ánimo y no quieren quedarse sin traje para estas fiestas.
En Disfraz Jaiak, Cuñado es más que optimista de cara a las próximas fiestas: «Estamos viendo que no solo las familias vienen a por disfraces, sino que las cuadrillas de chavales se están animando a comprar», desliza el comerciante. También lo ven así en la tienda Fantasy, en la calle Gordóniz. Allí ya han notado que la afluencia de clientes ha subido con el paso de los días y esperan que «esta semana continúe animándose más gente».
En esta ocasión, los comerciantes no se ponen de acuerdo respecto al disfraz estrella para este Carnaval, que «suele estar marcados por las tendencias del cine y la televisión», explica Cuñado. «En Halloween lo que más se vendió era todo lo relacionado con 'La casa de papel' y 'El juego del calamar', pero ahora nos piden trajes coloridos y alegres, que es de lo que hay ganas», añade.
Pese a todo, son muchos los negocios de la capital vizcaína que no ven nada claro que puedan salvar esta campaña, porque la confirmación de que este año sí habrá Carnaval «ha llegado tarde». Es el caso del local Menkes, también en Gordóniz. «Este año está siendo raro, porque los clientes no han sabido hasta hace poco si iba a haber o no fiestas y no han tenido mucho margen», lamentan.
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