El condenado por matar a su madre en marzo de 2023 en el barrio de San Marcelino de Valencia. I. Cabanes

15 años de prisión por matar a su madre con una fregona y un cojín

El parricida de San Marcelino tiene una eximente incompleta de alteración psíquica debido a un «desbordamiento emocional» por los cuidados a su progenitora

Ignacio Cabanes

Viernes, 28 de noviembre 2025, 08:16

Una fregona y un cojín, esas fueron las armas empleadas para acabar con la vida de su madre, de 68 años y con una enfermedad mental, en marzo de 2023, en el domicilio que compartían en el valenciano barrio de San Marcelino. Pero más allá del método empleado para acabar con la vida de su progenitora, primero golpeándola con el mango del utensilio de limpieza y después asfixiándola una vez indefensa en el suelo, este parricidio esconde el fracaso, una vez más, de la detección a tiempo de una bomba de relojería, en materia de salud mental, a punto de explotar.

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Javier F. S., de 37 años en el momento de cometer el crimen, confesó este jueves haber matado a su madre porque estaba «desbordado emocionalmente» por los cuidados que requería debido a la esquizofrenia residual que arrastraba desde hacía años la sexagenaria. La Audiencia Provincial de Valencia condena al parricida a quince años de prisión por un delito de asesinato de víctima especialmente vulnerable por razón de su edad y enfermedad. En condiciones normales este delito llevaría aparejada la prisión permanente revisable, pero se le aprecia una eximente incompleta de alteración psíquica.

El juicio ante un jurado popular tenía que comenzar la próxima semana, pero tras llegar a un acuerdo de conformidad entre las partes, este mismo jueves se celebró la vista –sin necesidad de formar al jurado– y se dictó sentencia in voce. Además de los quince años de cárcel, se le impone una medida de cinco años de libertad vigilada y deberá indemnizar con 45.000 euros a su hermano.

El parricidio se produjo en el domicilio familiar, situado en la calle San Marcelino de Valencia, donde el ahora condenado se ocupaba de los cuidados de su madre, de 68 años y en tratamiento crónico por la esquizofrenia residual que padecía. En el fallo no se determina la hora exacta en la que el acusado atacó a su madre, entre las tres de la tarde del 23 de marzo de 2023 y la una de la mañana del día siguiente, aunque los forenses acotan como más próxima las 16.00 horas.

Así, encontrándose madre hijo solos en el domicilio, el acusado golpeó a su progenitora en la cabeza con el mango hueco y metálico de una fregona, causándole un hematoma con edema en ambas regiones temporales y en la occipital izquierda, para acto seguido tirarla al suelo del salón de la vivienda, sin que la mujer pudiera oponerse.

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La sentencia in voce considera probado que se trató de un ataque súbito e inesperado, y que además hubo una gran desproporción entre el agresor y su víctima por las condiciones físicas de uno y la otra. De hecho, además de su avanzada edad, la mujer pesaba 48 kilos y media 1,60 metros de altura.

Tras golpearla con la fregona, y estando ya en el suelo indefensa, cogió un cojín y la asfixió hasta matarla. Después asesinar a su madre, el acusado se introdujo en su habitación, situada al lado del salón donde yacía muerta, y se acostó en su cama. Pasada la una de la madrugada, su hermano regresó a casa y descubrió el cuerpo sin vida de la mujer.

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Informe psiquiátrico

El acusado padecía un trastorno de la afectividad con síntomas ansiosos y depresivos y «un desbordamiento emocional originado en la figura de su madre y en los cuidados requeridos por ella, agravado por una ruptura sentimental que había sufrido recientemente», según refleja la sentencia.

Los forenses de la Unidad de Psiquiatría del Instituto de Medicina Legal de Valencia apreciaron en el parricida rasgos límites que afectaban a sus capacidades volitivas y a la compresión de sus actos, aunque no padece una enfermedad psiquiátrica como tal que pudiera ser determinante en relación al delito que cometió, de ahí que se contemple solo una eximente incompleta.

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El acusado se enfrentaba inicialmente a una pena de 25 años de prisión, pero tras el acuerdo de conformidad alcanzado entre la defensa, la acusación particular y la fiscalía se le ha rebajado a 15 años de cárcel y una medida de cinco años más de libertad vigilada. En concepto de responsabilidad civil el condenado deberá indemnizar a su hermano con 45.000 euros por el asesinato de la madre de ambos.

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