Adiós al árbol de Robin Hood: un hombre sexagenario tala uno de los ejemplares más famosos del Reino Unido
Situado en el Muro de Adriano, es todo un símbolo y apareció en películas como 'Robin Hood. Príncipe de los Ladrones'
La tala de un árbol emblemático de la región de Northumberland, en el nordeste de Inglaterra, ha causado conmoción en el país. Un hombre sexagenario permanece detenido desde ayer en la investigación sobre la autoría del delito. Las portadas de los diarios de la región expresaban el impacto de la fechoría. «Pérdida de un icono regional», decía 'The Journal'. «Ese árbol era nuestro», proclamaba 'The Chronicle».
En el mediodía del viernes, dos investigadores forenses de la Policía de Northumbria analizaban el corte del tronco del arce sicomoro, al que se le dan trescientos años de existencia. Guardas del Parque Nacional de Northumberland recolectaban semillas y algunas ramas. El entorno del Sycamore Gap estaba protegido con cintas para impedir el acceso del público.
En la tarde del jueves, la Policía detuvo a un sospechoso. Se describe como un acto de vandalismo, sin más motivaciones que la destrucción. Pero la víctima es, según el exministro Rory Steward, «lo más próximo a un árbol sagrado en nuestra cultura: venerado, visitado, representado sin fin».
Medios británicos publicaban ayer fotografías del paraje en diferentes estaciones. Una de sus más famosas exposiciones públicas fue la comparecencia de los actores Kevin Costner y Morgan Freeman en la hondura entre dos colinas donde crecía el árbol, en la filmación de 'Robin Hood, Príncipe de los ladrones'.
Recogida de firmas
Pero a la armonía plástica del árbol con el paisaje de colinas y ondulaciones del terreno se añadía la historia del lugar. Está junto a las piedras que dan forma al Muro de Adriano, la barrera construida en el principio del siglo II por las legiones británicas del emperador romano como frontera entre su territorio conquistado y la bárbara Caledonia, embrión de Escocia. Fortalezas, castillos y torres servían también como aduana, que atraía a comerciantes de Europa y del norte de África.
Aunque la frontera con Escocia está ahora más al norte en esa parte del muro, cuya ciudad próxima de más tamaño es Newcastle, en el oeste coincide más o menos con la frontera actual. Son algo más de cien kilómetros de muro, a través de un istmo que es visitado cada año por miles de personas. Y el arce singular, marca de ese paisaje histórico, ha sido ahora destruido para nada.
La Woodland Trust, una fundación que promueve las forestas, ha iniciado una recogida de firmas para que el Parlamento británico apruebe una ley que proteja a los árboles centenarios, de la misma manera que se protegen palacios, iglesias y obras de arte. Afirma que en los últimos 150 años se ha perdido el 50% de los árboles antiguos en el nordeste de Inglaterra.
Los jardineros del parque nacional afirman que el árbol era sano y que brotarán ramas en la próxima primavera. Se recaudan donaciones para mejorar el Sycamore Gap, donde ahora hay un tronco enraizado y otro yace con sus ramas y follaje. El dilema para la gestores será si intervienen en ese paisaje actual o lo dejan en peligro de convertirse en imán para coleccionistas de reliquias.