El Gobierno vasco ejecutará las obras para soterrar el TAV en Bilbao y Vitoria
El Ejecutivo central seguirá financiando el proyecto pero cede la gestión de las obras pendientes para cerrar el apoyo del PNV a sus Presupuestos
octavio igea | iñigo crespo
Vitoria/Bilbao
Viernes, 3 de diciembre 2021
Pedro Sánchez ha tenido que hacer un último gesto para garantizarse el apoyo del PNV a los Presupuestos Generales del Estado, que tras superar el ... trámite del Congreso aún deben someterse a votación en el Senado. Una Cámara en la que los jeltzales son claves para decantar la balanza. El presidente del Gobierno en persona se ha involucrado durante los últimos días en unas conversaciones que llegaron a buen término ayer. Sabin Etxea ya tiene uno de los logros que más codiciaba: gestionar el grueso de las obras de la 'Y' vasca que quedan pendientes. Eso sí, gran parte de la factura la seguirá pagando Madrid.
El Gobierno central va a ceder al vasco la ejecución de los soterramientos del TAV en Bilbao y Vitoria con el objetivo de acelerar un proyecto que acumula un descomunal retraso. Pero la transferencia, en ningún caso, va a permitir que la 'Y' vasca funcione antes de 2027, el último plazo fijado por las instituciones. A lo que aspira el PNV es a que las soluciones temporales con las que echará a andar el tren -por ejemplo, el apeadero de Basauri- estén en servicio el menor tiempo posible. ¿Cómo? Agilizando las obras de los accesos y las nuevas estaciones de las capitales, que seguirán pendientes dentro de seis años y se pueden prolongar hasta bien entrada la próxima década.
«Se abre una nueva etapa para las obras del TAV y en las relaciones que mantendremos las instituciones»
Juan Mari Aburto
Alcalde de Bilbao
La guinda del acuerdo presupuestario, que tuvo su primer capítulo hace dos semanas cuando PSOE y Unidas Podemos asumieron una treintena de enmiendas del PNV, va a llevar a replicar la encomienda de gestión por la que el Ejecutivo vasco adelanta desde hace años la inversión necesaria para construir el ramal guipuzcoano de la 'Y' vasca y la remodelación de la estación donostiarra de Atotxa. El Gobierno autonómico asumirá a partir de ahora también obras en Bizkaia y Álava a través de otros dos convenios.
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La letra pequeña del acuerdo que agilizará las obras
Sabin Etxea considera que la decisión es «histórica» porque blinda de los vaivenes político-económicos que se registran en el Estado dos proyectos estratégicos del TAV: el supertúnel de 6 kilómetros que llevará la alta velocidad desde el entorno de Zaratamo hasta Abando y el 'nudo' de Arkaute por el que avanzará el tren hasta la estación de la calle Dato. «Se van a acelerar las obras porque el impulso a partir de ahora va a ser continuado», se congratuló ayer el portavoz del PNV en el Congreso, Aitor Esteban.
«Es un acuerdo perfecto que despeja todas las dudas sobre los soterramientos y las provisionalidades»
Gorka Urtaran
Alcalde de Vitoria
Realmente, el acuerdo de los accesos lleva perfilado casi dos años. Quedó apalabrado en febrero de 2020 por el anterior ministro de Fomento, José Luis Ábalos, y la entonces consejera de Transportes, Arantxa Tapia, y se cerró en una reunión que la actual ministra, Raquel Sánchez, mantuvo en Vitoria el mes pasado con su homólogo vasco, el también socialista Iñaki Arriola. La gran novedad conocida ayer es que el PNV ha conseguido que el Gobierno central ceda también a Lakua la gestión de los soterramientos de las estaciones de Bilbao y Vitoria, dos proyectos cuya trascendencia urbanística supera el ámbito ferroviario y que han estado en entredicho por su alto coste. La inversión necesaria rondará los 1.430 millones. La mitad para cada capital.
El cálculo es orientativo porque se hizo hace más de tres años y porque el diseño aún no se ha culminado. Hace un lustro que existen maquetas de las futuras estaciones, pero el trazado exacto de los accesos sigue siendo una incógnita. El túnel de Bilbao está casi perfilado y será el primero en ejecutarse. El de Vitoria tardará más porque el Ministerio de Medio Ambiente aún tiene sobre la mesa miles de alegaciones sin resolver, el trámite previo a poder dibujar el proyecto.
A no ser que al poner por escrito el acuerdo político cerrado ayer los técnicos maticen los contenidos, el diseño definitivo de los accesos lo ejecutará el Gobierno central con el apoyo de las instituciones vascas. Ese es uno de los cometidos de la sociedad pública que se ha constituido en Vitoria y del «comité» -así lo llamó Esteban- que se va a crear en Bilbao.
Vía Cupo o reparto
La otra gran cuestión pendiente es la económica. ¿Quién va a pagar las obras que va a asumir el Gobierno vasco? Según lo acordado, en los proyectos de los accesos se calcará la encomienda de gestión de Gipuzkoa, así que Lakua adelantará un dinero que después descontará del Cupo que entrega al Estado.
Los soterramientos de Abando y Dato serán harina de otro costal. El reparto de costes aún no está definido, pero existe desde hace años un pacto verbal por el que las instituciones vascas asumirán la mitad de la inversión prevista y el Gobierno central la otra mitad. Queda por ver si en el convenio que se firme se tienen en cuenta el valor de los terrenos que cederá el Estado -las actuales playas de vías- y las plusvalías que generará el desarrollo urbanístico del nuevo espacio que surja en Bilbao y Vitoria.
En el caso de la capital vizcaína, los porcentajes aún pueden variar más si la Diputación acaba sumándose al resto de 'inversores', el Gobierno autonómico y el Ayuntamiento. Esteban deslizó ayer que el PNV podría presionar para que así sea pese a las reticencias del Ejecutivo foral a aportar dinero.
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