La oposición recupera sus críticas más duras a la gestión sanitaria del Gobierno vasco

La sesión, que no volverá a celebrarse hasta comienzos de febrero, certificó cómo la subida en la curva de contagios se traduce también en un sustancial incremento en la presión política sobre el Gabinete de PNV y PSE. Ni siquiera hubo tregua de EH Bildu, que deja claro que su inédito acuerdo presupuestario con el Ejecutivo no va a significar una modulación de sus críticas. De hecho, su representante Rebeka Ubera protagonizó un tenso cuerpo a cuerpo con la consejera de Salud, Gotzone Sagardui.

La parlamentaria abertzale vio preocupante que tras casi dos años de crisis sanitaria, con todas las lecciones que ha ido dejando cada una de las olas, la organización de Osakidetza «no haya salido del 'shock'». Tachó de «fracaso» la gestión de la pandemia y alertó del impacto que está teniendo en el resto de la asistencia sanitaria. «No se está garantizando a la ciudadanía una atención a tiempo. Eso es un dato objetivo», señaló. Pero lo que más indignó a su interlocutora es que redujera a un «sota, caballo y rey» la planificación de una situación crítica como la de la covid.

La consejera le recriminó esa expresión y que minimizara la importancia de la pandemia en su pregunta: «No voy a decir que me sorprenda porque ya hay pocas cosas que me sorprenden...». Sagardui contestó a las críticas prometiendo «no dejar a nadie atrás» pese al azote del coronavirus. «La prioridad es la covid, pero toda persona que necesite asistencia sanitaria en Euskadi la tendrá. De eso no hay ninguna duda», remató. A partir de ahí, la titular de Salud se sentó en su escaño a ver cómo Urkullu lidiaba con el resto de la oposición.

La primera en interpelar al lehendakari fue Miren Gorrotxategi. «Es difícil de entender que estando en la sexta ola se vuelva a pillar al Gobierno vasco con el pie cambiado y se traslade la improvisación a las medidas», expresó la portavoz de Elkarrekin Podemos-IU. En su turno, se escudó en noticias como la suspensión de intervenciones no urgentes y la búsqueda de voluntarios para poner sobre la mesa una falta de recursos en Osakidetza. La coalición morada insiste en recuperar a los 4.000 profesionales contratados en su día como refuerzo.

El lehendakari se amparó en que la pandemia pilla con el pie cambiado «a todos». Carlos Iturgaiz, por su parte, le echó en cara su «euforia» y su «autosatisfacción» en el diagnóstico que realizó sobre el fin de año. En un tono similar a Gorrotxategi, el presidente del PP vasco le recordó el efecto negativo que está teniendo la pandemia sobre la asistencia de Osakidetza. También le llamó a desplegar nuevos mecanismos para ayudar a sectores azotados como la hostelería, el comercio y el turismo, sin olvidarse de la propia Atención Primaria.