Navarra sigue a vueltas con sus símbolos

Aquella votación tuvo lugar en octubre y parecía que el tema había quedado en suspenso. Pero nunca lo está. Una enmienda de la coalición de Barkos sobre la bandera vasca y sobre la posibilidad de que el escudo de Navarra figure en el emblema de Euskadi prendió de nuevo la mecha la semana pasada y ha vuelto a demostrar que, desde el punto de vista identitario, el PSN y su aliado Geroa Bai están en las antípodas. A pesar de sus diferencias casi insalvables y de que sus relaciones están casi rotas desde que la abstención parcial de EH Bildu aupó a la presidencia a María Chivite, UPN y los socialistas forman un bloque homogéneo en la defensa de los símbolos de Navarra, que deben estar visibles, dicen, porque así lo establecen la Constitución y la Lorafna (Ley Orgánica de Reintegración y Amejoramiento del Régimen Foral de Navarra).

Al otro lado se sitúan Geroa Bai, que pide legislar el uso de la ikurriña -y también de la bandera republicana- aunque eso no implique darle el mismo rango que a la foral; EH Bildu, que habla sin matices de «oficialidad»; y Podemos, que defiende que sean los vecinos de cada municipio los que apuesten por una enseña u otra, o por las dos. Detrás de las reflexiones de cada partido subyace su postura sobre una hipotética anexión al País Vasco, una controversia que también viene y va y que separa a los nacionalistas de los constitucionalistas en la comunidad foral.

Recientemente, la entente formada por UPN, PP y Ciudadanos unió sus votos a los de los socialistas en la Junta de Portavoces de la Cámara foral para exigir la retirada de las alusiones a Navarra de los textos radactados por los expertos para la reforma del Estatuto vasco. Todo está relacionado.

Las cadenas de oro sobre fondo rojo que conforman el escudo navarro ya estuvieron integradas en el vasco. Hasta que en 1985 el Tribunal Constitucional ordenó eliminarlas por «invadir y lesionar el ámbito competencial» de la comunidad foral. El Ejecutivo de Vitoria, que hasta entonces había hecho oídos sordos a las reclamaciones en ese sentido de las instituciones navarras, no tuvo más remedio que quitarlas por orden judicial. Ese espacio vacío nunca se ha rellenado desde entonces.

En 2010, el Gabinete de Patxi López rechazó 'borrar' ese cuadrante del escudo al no sumarse a una iniciativa presentada en la Cámara de Vitoria por el PP y UPyD. Más de tres décadas después, Geroa Bai reivindica la ocupación de ese sector del escudo de Euskadi con el objetivo de «solucionar una cuestión que persiste por la no concreción legal».

María Chivite ya se ha acostumbrado a moverse en el alambre. Su posición y la de su partido en este tema es nítido -respeto a la Carta Magna y la ley de amejoramiento-, pero la incomodidad surge por la pretensión de Navarra Suma de imponer sanciones de hasta 150.000 euros a los ayuntamientos que reincidan en la colocación de la ikurriña.

El texto suscrito por la coalición de partidos de centro derecha considera infracciones muy graves, multadas con un mínimo de 10.001 euros, «la utilización como forma de identificación, por parte de las instituciones forales, administraciones públicas de Navarra y sector público institucional, de banderas, himnos o escudos distintos a los establecidos en esta ley foral (la de símbolos), a salvo de lo dispuesto por la Administración local en lo referente a la utilización de sus propios símbolos locales».