Marlaska exime a Sánchez y se escuda en su autonomía para rediseñar la Guardia Civil

«El presidente me deja formar mi grupo. Soy yo quien respondo». Fernando Grande Marlaska cargó ayer sobre su espalda todo el peso en la crisis que atraviesa su departamento por la catarata de ceses en la Guardia Civil. El ministro del Interior eximió a Pedro Sánchez de toda responsabilidad e insistió en que los cambios en la dirección del instituto armado responden a una «reestructuración» ya prevista. Ante las acusaciones de PP, Vox y Ciudadanos, aseguró que nadie del Gobierno reclamó al ya exjefe de la Comandancia de Madrid, Diego Pérez de los Cobos, el polémico informe sobre la manifestación del 8-M y, por tanto, no existió ninguna «injerencia».

El titular de Interior compareció ayer ante la comisión del ramo en el Senado para detallar los desafíos de su cartera en los próximos meses, pero en el ambiente solo se respiraba la cadena de acontecimientos en la Guardia Civil. Como ya hiciese el martes en una inesperada rueda de prensa en Moncloa, Marlaska trató de pasar de puntillas por las razones que motivaron el cese del coronel, convertido en mártir nacional para la oposición. A lo largo de cinco horas y media de sesión, quiso dejar claro que el rediseño de la cúpula ya se había planteado antes de la pandemia y que, en cualquier caso, se enmarca en la libre designación de cargos de confianza.

Los cambios han levantado una inmensa polvareda política, ya que la oposición observa un intento de interferencia del Ejecutivo en una investigación judicial. Sin embargo, el ministro trató de evitar el enfrentamiento y dijo no pretender polemizar con nadie, aunque a su vez llamó a los presentes a «volver a la cordura». Justificó los nombramientos de los generales Pablo Salas y Félix Blázquez por su «reconocido prestigio» y agradeció la labor de Laurentino Ceña, el 'número dos' del Cuerpo que renunció tras el cese de De los Cobos. «Las razones de conciencia por las que dimitió yo no las discuto», afirmó.

De poco pareció servir a la oposición la nueva ronda de explicaciones de Marlaska. PP, Vox y Ciudadanos volvieron a solicitar su dimisión y le afearon la resistencia que mostró durante toda la comparecencia para que esclareciera si cesó al coronel por negarse a entregar el informe en cuestión. Al final lo acabó negando con rotundidad, pero los grupos redoblaron su reclamación. «No puede permanecer ni un minuto más al frente del Ministerio», le espetó el senador popular Fernando Martínez-Maíllo.

En la sesión, tan solo los grupos independentistas catalanes se mostraron visiblemente satisfechos con el cese de De los Cobos, coordinador del dispositivo policial del referéndum del 1 de octubre de 2017. El representante de ERC, Xavier Castellana, calificó al exjefe de la Comandancia de Madrid como un «personaje oscuro y siniestro». Aún más ácido fue el senador de JxCat, Josep Lluís Cleries, que trató de evidenciar que la tortilla ha dado la vuelta: «Ahora les tocan a ustedes, pero cuando tocaron a miles de catalanes, miramos hacia otro lado».