Marimar Blanco pide «valentía» al presidente para romper con Otegi
Le recuerda que sus pactos son un «insulto» y le exige aprovechar su presencia hoy en Ermua para desvincularse de la izquierda abertzale
OLATZ BARRIUSO
Sábado, 9 de julio 2022
«Mañana hablaré, claro que hablaré, para que nadie pueda blanquear el terrorismo». Marimar Blanco dejó claro ayer en el homenaje que el PP tributó en Ermua a su hermano Miguel Ángel, secuestrado y asesinado por ETA hace ahora veinticinco años, que aunque «se ha intentado silenciar la voz de las víctimas» al excluir en principio su intervención del gran acto institucional que se celebrará hoy en su localidad natal con la presencia del Rey y del presidente del Gobierno, «no lo han conseguido». Una polémica finalmente resuelta mediante una carta y una llamada con el regidor socialista, Juan Carlos Abascal. «La voz de los inocentes es más fuerte que cualquier interés partidista», proclamó la también diputada del PP en la Asamblea de Madrid.
Y con esa voz y esa legitimidad que defendió para pronunciarse, la exparlamentaria vasca apeló directamente a Pedro Sánchez para que sea «valiente» y aproveche su intervención de hoy en el polideportivo que lleva el nombre de su hermano para «romper» con EH Bildu. De hecho, lamentó que, un cuarto de siglo después, quede «muy poco» del 'espíritu de Ermua', la rebelión cívica contra el terror que espontáneamente nació tras el secuestro y asesinato del joven edil.
La hermana del edil asesinado lamentó que se haya intentado «silenciar la voz de las víctimas»
Para ella, el de ayer fue un día emocionante pero especialmente «duro». Y así se reflejó en su rostro cuando se acercó, flanqueada por Alberto Núñez Feijóo y José María Aznar, al cartel con la imagen de su hermano que presidió el acto para depositar unas rosas blancas, uno de los símbolos de la fraternidad que se extendió entre la ciudadanía durante aquellos días. Feijóo, por su parte, también quiso tener un detalle con la familia y se acordó, al inicio de su intervención, de Miguel y Chelo, padres de Miguel Ángel y Marimar, fallecidos hace dos años y que descansan junto a su hijo en Faramontaos (Ourense), tierra en la que el líder popular ha gobernado durante 16 años.
«Reescribir nuestra historia»
Con su hermano en la memoria, Blanco se preguntó ayer «cómo es posible» que Sánchez no sea consciente de que «cualquier negociación con EH Bildu se convierte en un insulto a las víctimas, a su memoria y su dignidad». Lamentó que la formación de Arnaldo Otegi sea «determinante» para la gobernabilidad de España, que se siga homenajeando a etarras y tratándoles como «héroes», que haya jóvenes todavía hoy que «legitiman» a ETA o que el PNV se haya negado a dedicar una calle de Vitoria a la memoria de su hermano. «De nada vale hablar un día», dijo, en referencia al acto de Estado de hoy en el que tomarán la palabra Sánchez y el lehendakari Urkullu, «y después guardar un humillante silencio».
Blanco insistió en que «no pueden reescribir nuestra historia quienes más hicieron para destruirla» ni es posible olvidar que «hubo un tiempo en el que mantuvimos la dignidad por encima del miedo». «Tengo la esperanza de que pronto recuperemos la España de hace 25 años, la que no se rindió ni menospreció a las víctimas», confió.