Pradales plantea una «migración ordenada y con formación cualificada en el país de origen»

Ambas comunidades soportan una tensión migratoria -con diferentes parámetros- que ha llevado a sus sistemas de acogida a un nivel de «excepcionalidad» tal que han exigido a Pedro Sánchez un plan estructural de política migratoria, que implique a todas las comunidades autónomas en dar una «respuesta coordinada y sostenible en el tiempo» a la llegada de migrantes. Así ha ocurrido con los más de 5.000 menores no acompañados hacinados en Canarias, que el Ejecutivo central ha comenzado a reubicar en la península. Ninguno de ellos, por cierto, llegará a Euskadi porque, defendió Clavijo, el País Vasco ha mantenido «históricamente un posicionamiento solidario» que ha llevado a acoger a más migrantes de los que podía, mientras otras autonomías se desatendía del tema. «Se ha tratado de desprestigiar injustamente a Euskadi», llegó a afirmar el mandatario canario.

Ante este escenario, Pradales inició ayer la primera visita oficial de un lehendakari a Canarias desde la instauración de la democracia. El primer acto incluido en la agenda fue la firma de un «protocolo general de colaboración» para poner en marcha diferentes convenios sectoriales que permitan compartir la experiencia y conocimientos de las dos administraciones en diferentes materias, desde la astrofísica a la industria cultural o el turismo.

Pero en el contexto actual, el campo de actuación en el que ambos líderes van a trabajar codo con codo es la inmigración. De hecho, aprovecharon su encuentro para insistir en la necesidad de que el Gobierno central deje de adoptar «parches coyunturales» y plantee una propuesta «ordenada, justa y equilibrada»ante una situación de extrema gravedad. Y en el caso de Pradales, reiteró su petición de que Euskadi cuenten con mayor «capacidad política» -asumir competencias ahora en manos estatales en materia migratoria- y más recursos para poder atender a las personas que recalan en el País Vasco.

Se trata de un mensaje que desde Euskadi y Canarias se ha repetido en las dos últimas conferencias de presidentes (Santander y Barcelona), pero hasta ahora «ha caído en saco roto». «Pero vamos a ser como la gota malaya y volveremos a insistir», aseguró el lehendakari, que también contó con el respaldo de su homólogo en su reivindicación de que el País Vasco sea considerado 'frontera norte' de España.

De entre todas las iniciativas en las que ambos ejecutivos van a colaborar, Imanol Pradales quiso detenerse en una muy concreta: el proyecto 'Tierra Firme', que el Gobierno de Canarias lleva varios años desarrollando en África Occidental. «Queremos aprender cómo funciona porque puede ser una referencia muy importante para nosotros», reconoció el líder jeltzale. A grandes rasgos, se trata de una iniciativa ligada a la «FP, el empleo y la migración regular» que busca «formar en origen» y en cooperación con los respectivos países -en el caso canario, con Senegal yMauritania y próximamente con Gambia- a personas que en futuro pueden desplazarse, en este caso, a Canarias.

«Es una experiencia pionera y referente», reconoció Pradales, quien ayer puso sobre la mesa el 'déficit de empleos' que sufrirá Euskadi en 2036, cuantificado en 170.000 trabajadores. «Y a su vez están llegando (al País Vasco) personas migrantes que muchas veces no se ajustan a las cualificaciones o perfiles que demanda el tejido empresarial vasco. Y tenemos que gestionar esta realidad», expuso el lehendakari, quien ya expresó esta misma idea el pasado mes de mayo en un foro de este periódico. Entonces, planteó la necesidad de abrir el debate sobre «qué tipo de inmigración necesitamos y cuál estamos recibiendo».

«Nos parece importante poder actuar en origen antes de que haya personas que lleguen a Euskadi, que en todo caso van a llegar; y si es así, que lo hagan con una cualificación suficiente y de una manera mucho más ordenada», remachó Pradales.

Es la primera vez que públicamente el Gobierno vasco plantea la posibilidad de desarrollar planes de formación in situ para jóvenes africanos. Pero la idea ya era barajada desde hace meses en el seno del Gabinete Pradales como una vía a explorar para paliar la falta de mano de obra y ofrecer una alternativa legal y segura a las personas que se plantean emigrar a Europa por rutas controladas por las mafias.