UPN y PP se enzarzan en un duro cruce de acusaciones tras consumar su divorcio

Lejos de desescalarse, el conflicto se ha recrudecido desde que hace un mes la dirección de UPN dinamitó la fórmula de Navarra Suma, el paraguas bajo el que acudieron junto a PP y Ciudadanos a las elecciones de 2019. Con la formación naranja en vías de extinción, Alberto Núñez Feijóo buscaba resucitar las siglas de su partido en la comunidad foral mediante una alianza de tú a tú con los regionalistas. Pero los de Esparza rompieron la baraja y decidieron presentarse en solitario.

La decisión pilló «por sorpresa» a los populares, tal y como admitió ayer Miguel Tellado, vicesecretario de Organización, en una entrevista en Europa Press. El dirigente de Génova acusó a UPN de haber roto las conversaciones «incluso antes de que hubiesen comenzado» y le achacó una única meta: «Tener las manos libres para pactar con el PSN». Y es que, según su tesis, Esparza tiene la «ambición personal» de convertirse en el vicepresidente de un gabinete liderado por la socialista María Chivite.

«UPN ha renunciado a ser centroderecha, quiere ser la muletilla del Partido Socialista», aseguró Tellado, que se arrogó para su partido ese espacio ideológico «en exclusiva». El PP afirma tener «las puertas abiertas» para incorporar a representantes de Ciudadanos e incluso a exdirigentes regionalistas como los diputados Sergio Sayas y Carlos García Adanero, expulsados tras oponerse a la reforma laboral en contra de la directriz del partido.

Las declaraciones de Tellado causaron estupor entre sus antiguos socios. Fue Esparza quien salió a la palestra para tacharlas de «intolerables e injustas». «Están fuera de lugar y repletas de mentiras por un mero interés partidista. El PP traicionó a UPN y ahora nos insulta», contestó, muy molesto al constatar que «las malas artes» de los populares continúan tras cambiar su dirección autonómica el pasado diciembre.

La traición primigenia que Esparza denuncia es precisamente la rebelión de Sayas y García Adanero, que a su juicio fue alentada por el PP, entonces liderado por Pablo Casado. «Éramos socios. Por tanto, la deslealtad es absoluta. Y en lugar de pedir perdón por ello, nos insultan y premian a dos personas que han engañado y traicionado a todos los españoles ofreciéndoles cargos públicos», dijo. Además, negó que su objetivo sea llegar a un acuerdo de gobierno con el PSN.