El embalse de Yesa, paradigma de la batalla abertzale en Madrid
Las iniciativas de PNV y EH Bildu sobre el peligro de derrumbe en el pantano navarro reflejan el marcaje entre ambas siglas en el Congreso
Hablar de la pugna entre PNV y EH Bildu por ser influyentes en Madrid es ya casi un tópico. Ambas fuerzas nacionalistas han protagonizado un ... combate a cara de perro por hacerse valer como pieza clave en las mayorías que necesita Pedro Sánchez para sacar adelante los Presupuestos. Pero si se lee entre líneas en el orden del día de los plenos o en las iniciativas que presentan los diputados de ambas siglas se desvela otra pelea, más subterránea y alejada de los grandes titulares, por las 'cosas de comer'.
La metáfora perfecta, el embalse navarro de Yesa, sobre el que, según los geólogos, pesa una seria amenaza de derrumbe agravada por los terremotos que se han producido en los últimos meses en la zona. En Navarra, PNV y Bildu se marcan muy de cerca. Geroa Bai, la coalición en la que se encuadran los jeltzales y parte del Gobierno presidido por la socialista María Chivite, obtuvo nueve escaños en las últimas elecciones forales. EH Bildu, clave para la supervivencia del Ejecutivo navarro, ocho. Ambos, lanzados a por el mismo trozo de la tarta, la del electorado nacionalista y vasquista, que ha llevado al PNV en el pasado reciente a negociar en Madrid con cuestiones de estricta competencia de la comunidad foral -el traspaso de Tráfico, el Ingreso Mínimo-, entre aspavientos de la oposición.
Acción-reacción
La pelea sigue muy viva. Ayer, en el pleno de control, la diputada jeltzale Idoia Sagastizabal preguntó a la ministra de Transición Ecológica, Teresa Ribera, si contempla «detener el llenado» de la nueva presa de Yesa «para garantizar la seguridad de los municipios colindantes». El PNV registró la iniciativa el jueves. El martes la diputada de Bildu Bel Pozueta presentó una batería de preguntas para su respuesta escrita, entre ellas si el Gobierno prevé alguna acción concreta para «salvaguardar la seguridad» de los vecinos y si valora alternativas al recrecimiento de la presa.
Los jeltzales celebraron ayer su intervención como una victoria, al interpretar que Ribera había asumido la paralización de los trabajos hasta recibir un nuevo informe, aunque la propia ministra se desmintió a sí misma después y se limitó a recalcar su compromiso con la «vigilancia constante» de las obras. El 30 de septiembre, Sagastizabal ya había exigido al Gobierno explicaciones sobre los posibles efectos de los corrimientos de tierra en Itoiz y Yesa. Veinticuatro horas después, el 1 de octubre, Bildu solicitó la comparecencia del director de Protección Civil y Emergencias en la comisión de Interior del Congreso para detallar sus planes de prevención.
Acción-reacción. Marcaje. Ha sucedido con otros asuntos, como los fondos europeos. El jeltzale Aitor Esteban preguntó por ellos el 30 de septiembre; Oskar Matute, de Bildu, lo hizo ayer. La diferencia es que, en pleno azote de la pandemia, los seis diputados del PNV se centran casi exclusivamente en inquietudes de índole económica y laboral, con especial atención a la industria, la automoción o los ERTE. Los cinco de la izquierda abertzale siguen el mismo camino, muy implicados con las pensiones o la reforma laboral, aunque sin olvidar argumentos más clásicos. Basta con repasar sus últimas preguntas: la muerte del preso de ETA Igor González, la Monarquía y las víctimas del franquismo han ocupado un lugar preeminente.
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