Chivite cierra su gobierno a la espera del aval de las bases de EH Bildu

El pacto definitivo se cerró la noche del lunes tras una maratoniana jornada que escenificó los problemas que han rodeado las negociaciones. Lo que parecía un proceso sencillo se había embarrado con declaraciones cruzadas, ofertas y contrapropuestas. La fumata blanca llegó pasadas las diez de la noche tras una reunión que se prolongó alrededor de seis horas.

El capítulo final se ha escrito este martes, cuando Chivite, Uxue Barkos (Geroa Bai) y Begoña Alfaro (Contigo Zurekin) han escenificado en el Parlamento foral la firma de un documento que permitirá a los socialistas navarros gobernar otros cuatro años más la comunidad. Las tres han defendido un Ejecutivo «plural y progresista» que entre sus objetivos tiene revisar el régimen foral para aumentar el autogobierno, apostar por la enseñanza laica revisando la plantilla de profesores de religión e incrementar la inversión en vivienda o educación. El PSN contará con ocho consejerías, Geroa Bai cuatro y Contigo Zurekin una, un reparto muy similar al de la legislatura anterior. Cada una de las tres formaciones contará con una vicepresidencia.

A partir de ahora, el nombramiento de Chivite queda pendiente de dos cuestiones. La primera es temporal. El presidente del Parlamento, Unai Hualde, ha convocado este miércoles a los diferentes grupos a una ronda de consultas para proponer la candidatura de la dirigente socialista. Una vez cumplido este trámite se convocará la sesión de investidura. Tienen que pasar tres días, así que la primera votación se desarrollaría como pronto el sábado.

La líder del PSN requiere mayoría absoluta. De no lograr los apoyos necesarios, el domingo se tendría que celebrar una segunda votación en la que a Chivite le bastaría con mayoría simple. Aun así, no se descarta que todo el proceso se demore y no arranque hasta el lunes.

En cualquier caso, la última palabra la tienen las bases de EH Bildu.Hace cuatro años ya fueron clave porque avalaron que parte del grupo parlamentario de la coalición soberanista se abstuviese. Aquel gesto fue vital para que Chivite superase el 'no' de Navarra Suma –la coalición que englobaba a UPN, PP y Ciudadanos– y también tuvo un importante impacto político porque era la primera vez que EH Bildu apoyaba de una manera u otra a un candidato socialista para impedir un Gobierno de derechas. Cuatro meses después hacía lo mismo con Pedro Sánchez.

Críticas de UPN

En esta ocasión el escenario es similar pero con matices. Ante el bloqueo en el que habían entrado las negociaciones, EH Bildu se ofreció la semana pasada a apoyar de forma explícita a Chivite con un 'sí'. Un paso que tras el acuerdo alcanzado con Geroa Bai no es necesario. De hecho, la dirección de EH Bildu ha convocado una consulta telemática que se desarrollará este miércoles y en la que preguntará a sus bases «si comparten la lectura política por la que se propone facilitar la investidura de Chivite mediante la abstención».

Desde UPN, su presidente, Javier Esparza, afirmó, tras conocer el acuerdo entre PSN, Geroa Bai y Contigo Zurekin, que «Chivite deja de nuevo a Navarra en manos de EH Bildu para presidir un Ejecutivo de conveniencia que nace roto» . El dirigente regionalista aseguró que «Navarra va a tener desde su inicio dos gobiernos en uno».