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Santos Cerdán, Pedro Sánchez, Mertxe Aizpurua y Gorka Elejabarrieta se reunieron ayer durante una hora y diez minutos en el Congreso. AFP

Bildu se reivindica como el primer apoyo de Sánchez tras el «hito» de una reunión inédita

La izquierda abertzale logra su primera foto con un presidente del Gobierno y garantiza su 'sí' a la investidura sin poner condiciones

Sábado, 14 de octubre 2023, 00:39

De no querer reunirse con la izquierda abertzale bajo ningún concepto a hacerlo e incluso disponer de sus votos como los únicos garantizados a día ... de hoy para la investidura. Pedro Sánchez marcó ayer el culmen del proceso de normalización política de EH Bildu con un encuentro inédito y al máximo nivel en el que la coalición soberanista, con Mertxe Aizpurua a la cabeza, selló su apoyo sin exigencias al líder socialista para que sea reelegido.

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Una fotografía sin precedentes que consagra el papel clave de la formación de Arnaldo Otegi en la gobernabilidad de España tras el giro posibilista que ha dado en los últimos años y las necesidades de Pedro Sánchez, el mismo que juró que jamás pactaría con Bildu. Si para la izquierda abertzale es un «hito», para el Partido Popular o los colectivos de víctimas del terrorismo es la foto de «la vergüenza».

Durante una hora y diez minutos, Sánchez y Aizpurua se vieron las caras en una cita celebrada en el Congreso y a la que también asistieron el secretario de Organización del PSOE, el navarro Santos Cerdán, y el portavoz de EH Bildu en el Senado, Gorka Elejabarrieta. Se trataba de la primera vez que representantes de la izquierda abertzale se reunían oficialmente con un presidente del Gobierno -en este caso, en funciones-, ya que en la ronda de contactos de hace cuatro años la delegación socialista estuvo compuesta por Adriana Lastra y Rafael Simancas, visiblemente incómodos cuando les tocó retratarse ante las cámaras.

Demandas

Pide «ambición» para fomentar la paz y la convivencia, y reconocer la plurinacionalidad

La fotografía de ayer, ya con Sánchez presente y en un clima de absoluta cordialidad, era noticia en sí misma. Y así lo apreció la propia coalición soberanista al término de la cita. «EH Bildu desea poner en valor la imagen que traslada tanto a la ciudadanía vasca como a la del conjunto del Estado español el encuentro mantenido», rezaba su comunicado sobre la reunión, que a su modo de ver «refleja una forma de entender la actividad política y situarse en el momento histórico actual, en un ejercicio permanente de responsabilidad y respeto, por encima de otro criterio o interés».

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Más allá de su potente valor simbólico, la cita sirvió también para escenificar el apoyo 'gratis et amore' de los seis diputados de EH Bildu a la investidura de Sánchez, quien todavía debe aunar el respaldo -por lo menos- de Sumar, ERC, Junts, PNV y BNG. A diferencia del resto, que se resisten a aclarar ya el sentido de su voto, la formación de Otegi se niega a entrar en «especulaciones» y asegura que contribuirá a la reelección del mandatario del PSOE bajo la premisa de que «frenar a la ultraderecha es un mandato democrático» con el que tiene «absoluta responsabilidad y determinación».

Duras críticas

PP, Vox y la AVT censuran la reunión por normalizar a un actor político que sigue sin condenar a ETA

Pero no sólo es el temor a una coalición PP-Vox lo que moverá a la izquierda abertzale a dar su primer 'sí' a la investidura de un presidente del Gobierno, sino también la sintonía fraguada en el anterior mandato, cuando EH Bildu fue clave en la aprobación de presupuestos y leyes como las de Vivienda y Memoria Democrática. Ahora muestra su disposición a «volver a colaborar» en lo que vislumbra como «una legislatura de continuidad». Eso sí, pide «ambición» para ampliar derechos sociales, «consolidar políticas que fomenten la paz y la convivencia democrática en Euskal Herria» y reconocer la plurinacionalidad del Estado.

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«Pacto de la vergüenza»

El encuentro, del que el PSOE no quiso hacer declaraciones, fue duramente criticado por las formaciones de la derecha, que reprochan a Sánchez que conceda carta de naturaleza política a una formación que sigue sin condenar la actividad criminal de ETA. «Ningún presidente debería hablar con quienes se niegan a colaborar para esclarecer los crímenes del terrorismo», censuró Alberto Núñez Feijóo, quien definió el apoyo de EH Bildu a la investidura como el «pacto de la vergüenza». Por su parte, Santiago Abascal (Vox) recordó que Aizpurua fue «condenada por hacer apología del terrorismo, amiga de etarras y editora de la propaganda de ETA».

La imagen revelada ayer en el Congreso también suscitó la indignación de la Asociación de Víctimas del Terrorismo (AVT): «Esta foto es la consumación de la infamia y de la traición de este presidente a las víctimas del terrorismo y a todos los españoles. Es la expresión gráfica de un hecho que viene siendo realidad desde que Sánchez decidió tratar a Bildu como un agente político válido». Para la entidad presidida por Maite Araluce, en cualquier otro país europeo «sería impensable» que un líder negociara su investidura «con un partido que ha llevado más de 40 terroristas en sus listas recientemente».

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