Eslovenia, el país europeo para disfrutar de unas vacaciones 'wellness'
Ofrece un mosaico de paisajes alpinos y mediterráneos en los que disfrutar del bienestar y el descanso gracias a aguas termales y técnicas que favorecen la salud mental
Iratxe López
Domingo, 22 de diciembre 2024
Desde que el mundo es mundo ha habido quienes se mofan de otros porque son más pequeños, y no nos referimos a la edad, sino al tamaño, como si lo abarcable con facilidad añadiera a ese rasgo un 'menos'. A Eslovenia le pasa un poco eso, acurrucada como se encuentra sobre 20.273 kilómetros cuadrados, linde al oeste con Italia, al sur y al este con Croacia, al noreste con Hungría y al norte con Austria, algunos aseguran entre risas que puedes recorrerla en bici en un santiamén, pero no hay santo que se crea eso ni asenso que lo corrobore. Ahora bien, lo de usar la bicicleta para conocer el espacio que habitan poco más de dos millones de habitantes pegaría con los eslovenos que muestran una tendencia casi congénita a la sostenibilidad al vivir rodeados de naturaleza en un país de tonos esmeraldas, plagado de impresionantes paisajes alpinos que alternan moles montañosas con aires mediterráneos y un mar Adriático donde mojar los pies.
Publicidad
Si el turista lo piensa, la figurada desventaja se convierte en lo contrario. Una nación fácil de recorrer constituye virtud referida a un viaje. No hará falta echar kilómetros para hacerse una idea general sobre la tierra de estos descendientes de eslavos que en el siglo VI partieron desde los Cárpatos hasta este pedacito de planeta. Lo pretendido con estas líneas es una introducción saludable a esa Eslovenia plagada de aguas termales, no en vano atesoran la mineral con mayor contenido de magnesio del mundo. Un camino hacia la salud, acopio de bienestar y caminatas, visitas a la naturaleza y meditación que ayuda a definir el sentido del mundo o las vacaciones. Ese hacer planes sin hacer demasiado, disfrutar sin agotarse para dedicar los días a conectar con uno mismo y lo que rodea.
Arrancamos el peregrinaje en pos de la desconexión no sin antes haber pisado Liubliana, de la que aseguran es la capital verde de un país verde. Junto al río Ljubljanica aguarda la imagen más característica de la ciudad, el Puente del Dragón custodiado por cuatro de estos seres mitológicos cuya tonalidad casa con el país. La pasarela nació a principios del siglo XX como primera estructura de hormigón armado allí y uno de los puentes más grandes de su tipo en Europa; el esloveno Jože Plečnik diseñaría el mercado que luce la orilla. Arriba, sobre la colina, queda el castillo superviviente al terremoto que asoló la población en 1515; abajo, un casco antiguo plagado de casas con aspecto de cuento y olor a leña, de tiendas y cafeterías en las que guarecerse es un gusto, rincón sin prisas como el resto del territorio. Al arquitecto Plečnik, por cierto, deben también el edificio que acoge uno de los restaurantes más solicitados: JB Restaurant (https://jb-slo.com/). El famoso chef Janez Bratovž permanece fiel a la idea de que si cuentas con buenos ingredientes cercanos obtendrás sabores limpios y naturales. Un buen lugar para dormir es el hotel Occidental Ljubljana (https://www.barcelo.com/en-ww/occidental-ljubljana/).
En reclamo de sosiego habrá que dirigirse hacia el norte, al valle superior de Savinja y al Valle de Logarska, bañados por el río Savinja. En la cuca localidad de Luče, el viajero se siente como en casa sin renunciar al lujo dentro de Hiša Raduha (https://raduha.com/en/), que adopta el nombre de la montaña cuya cresta se extiende hasta el límite del pueblo. Negocio familiar, cree desde 1875 en un turismo que respete el pasado y construya futuro. Los Breznik, con Martina y Matjaž al frente, escucharon lo que madre, abuela y bisabuela transmitieron, por eso miman platos y a huéspedes. Comer y dormir en un pajar de arquitectura vernácula eslovena convertido o en una casa sobre los árboles con vistas al Savinja y la cresta de Breznica no es algo que pase todos los días.
Más de 170 kilómetros cuadrados del valle superior de Savinja están incluidos en la red europea NATURA 2000 de áreas especiales protegidas, por lo que no faltarán rutas y actividades. La región de Solčava es la madre protectora de tres valles: Logar, Robanov Kot y Matkov Kot. Muchos de sus habitantes habitan granjas de montaña con típicos graneros de madera. Otros trabajan en el procesamiento de madera o lana y aman de su cocina tradicional el sirnek (requesón curado), la masovnik (harina cocida en crema), la sirnica (sopa hecha de sirnek), el cordero, el venado o las bolsitas de masa de pera seca denominadas žlinkrofi.
Publicidad
Dejan sin habla las vistas por la carretera panorámica de Solčava, la excursión por los Alpes de Kamnik y Savinja. Dicen de Logar que se trata de uno de los valles alpinos más bellos de Europa, por eso la gente acude a caminarlo, a la sombra de sus altas cumbres y de la cascada Rinka que se despeña desde 90 metros de altura y se ha convertido en una de las excursiones estrella. Solo 7 kilómetros alargan este valle, aún así, pueblan el vecindario plantas y animales en peligro de extinción.
Uno de los alojamientos cuya ubicación llama a la envidia allí es el Hotel Plesnik (https://www.plesnik.si/en), en Logarska Dolina, también de gestión familiar y con ochenta años de tradición. Imposible no emocionarse al despertar a un nuevo día tras sus ventanas o empacharse de panorámica desde su espacio wellness donde ofrecen paquetes de yoga, meditación y métodos ayurvédicos para reducir el estrés. Justo al lado, una caída de agua relaja el ambiente y cerca se alza orgulloso el tilo de Logar, árbol protegido más fotografiado de Eslovenia. Senderismo, ciclismo, equitación e incluso marcha nocturna con antorchas aumentan las posibilidades en un parque que ha ganado el premio internacional CIPRA Future in the Alps Award por la gestión del área protegida.
Publicidad
Conocida esta zona, las rodadas deberán dirigirse hacia abajo, en dirección a la ciudad de Slovenske Konjice, en el valle de río Dravinja, concretamente al Monasterio cartujo de Žička (https://tickonjice.si/en/explore/cultural-heritage/zicka-kartuzija/). Aseguran del lugar que emana una energía extraordinaria reconocida como la segunda hídrica más potente de Eslovenia. Por los efectos beneficiosos para la salud de sus aguas, muchos salen de allí con bidones repletos. Pueden los recién llegados, además, darse un respiro cubriendo el sendero 'Energía del silencio' alrededor de sus muros, deteniéndose en puntos chakras. Una grabación con cánticos gregorianos convierte la visita a las ruinas del edificio fundado en el siglo XII en un paseo presidido por la calma y la serenidad, aunque la contemplativa orden cartuja obedeciera al voto de silencio.
Dentro, pasado y futuro se dan la mano en la iglesia de San Juan Bautista gracias a un innovador techo retráctil distinguido con el Premio Piranesi, el Lápiz de Oro y el Premio Plečnik. Desde el tejado contemplará el turista la muralla que los religiosos levantaron como defensa. Varias rutas de senderismo recorren la zona, una muy popular a través de la montaña Konjiška Gora. Regalan ascenso a su pico más alto, el Stolpnik, al mirador panorámico de Skala, el histórico Castillo Antiguo de Konjice o la ruta educativa del bosque Zmajček. Antes de acceder al conjunto religioso se encuentra Gastuž (https://tickonjice.si/en/explore/cultural-heritage/gastuz/), posada más antigua del país fundada en 1467. Antaño atendió a visitantes a los que no permitían dormir en el monasterio y era hogar del recaudador de impuestos que supervisaba el transporte de grano y vino, ahora recibe viajeros que buscan cocina tradicional.
Publicidad
Con el estómago lleno reclamamos paseo sobre los árboles en los bosques de Pohorje, en la cima de Rogla, noreste del país. A 1.517 metros por encima del nivel del mar aguarda Treetop Walk Pohorje (https://treetop-walks.com/pohorje/en/), regala panorámica gracias a los 1,6 kilómetros de pasarela y una torre de observación de 37 metros de altura. Al llegar arriba los niños podrán descender por el tobogán de túnel, suma 62 metros. Cerca, en Zreçe, el Hotel Planja de Rogla Resort (https://www.rogla.eu/en/) se encuentra a solo cien metros de las pistas de esquí, por si los amantes de este deporte quieren hacer una parada. Cuenta con piscina y spa (advertencia: los eslovenos están acostumbrados a entrar a las saunas sin complejos y sin bañador, por lo que llevarlo no está permitido, incluso en zonas mixtas, sí aceptan toalla).
Cambio de paisaje en Slovenske Konjice, tierras de viñedos adornan la ciudad situada entre Ljubljana y Maribor. Para conocer la finca vinícola Zlati Grič (https://zlatigric.si/) entre un manto de viñas. La bodega respeta la tradición vitivinícola centenaria llevada a la región por los cartujos en 1165; tiene alojamiento por si el viajero decide descansar. De allí podrá seguir cuando apetezca hacia el centroeste de Eslovenia, al pueblo de Šentjanž, enclavado en el municipio de Sevnica. A través de una zigzagueante carretera que atraviesa bosques y ofrece vistas sobre los pastos, sube y baja por las colinas de Dolenjska y divisa capillas, establos y graneros que conectan con el pasado. Para disfrutar de la comida en un restaurante reconocido con estrella verde Michelin, el Repovž (https://gostilna-repovz.si/en/). Desde 1870 lleva la familia sirviendo, solo durante la Segunda Guerra Mundial, cuando los alemanes incendiaron la mayor parte del pueblo, el edificio se usó como escuela. La sinfonía gustativa marida con la estética, los sabores tradicionales con toques contemporáneos, poniendo sobresaliente a esta nueva apuesta por el patrimonio culinario.
Publicidad
El último destino de este viaje en pos del bienestar relajará en el municipio de Dolenjske Toplice, parte de la comarca de la Baja Carniola, ya el sureste del país. Famoso por sus aguas termales, el Hotel Balnea (https://www.terme-krka.com/us/en/dolenjske-toplice/accommodation/hotel-balnea/) ofrece allí Vitarium Spa & Beauty, oasis de mimo a través del baño, con saunas beneficiosas y masajes energizantes, un centro de relajación que incluye programas selfness y mindfulness, terapias y sesiones de meditación que ayudan a construirse por dentro y a comprender con mayor profundidad la naturaleza. Sus alrededores regalan paseos y práctica del footing entre árboles, rincones que ayudan a desconectar de la ciudad y del mundo. Ese mundo que, comentábamos al principio, muchas veces se mofa de quienes parecen pequeños, de destinos manejables como Eslovenia que demuestran su grandeza de espíritu.
Más información: https://www.slovenia.info/en/
Accede todo un mes por solo 0,99€
¿Ya eres suscriptor? Inicia sesión