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Réplica de una trinchera de la Guerra y material bélico.

De las trincheras al muro de Berlín

Vetustas emisoras de radio, réplicas de construcciones bélicas y otras singulares piezas esperan en el museo burgalés a los amantes de la historia

IRATXE LÓPEZ

Jueves, 16 de agosto 2018

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Pocos saben que Belorado esconde una trinchera de la Primera Guerra Mundial. Para ser exactos, la única reproducción en España de una de ellas y la más grande de toda Europa. Puede resultar curioso pero ahí no acaban las sorpresas. El viajero encontrará en el mismo lugar que la acoge más imitaciones. El mítico Checkpoint Charlie de la berlinesa calle Friedrichstrasse, el puesto de control de paso en el muro ya caído que conectaba la República Federal Alemana con la Democrática. La no menos célebre cubierta de botes del Titanic, el barco «insumergible» que se hundió la noche del 14 al 15 de abril de 1912 tras chocar contra un iceberg. Y menos internacional pero más útil para el común de los mortales, el primer silo de cereal restaurado íntegramente en España, con la maquinaria original.

Todos esperan en el Museo Inocencio Bocanegra, espacio singular donde ver y conocer los cambios en la historia de las comunicaciones a lo largo del siglo XX. Creado durante toda una vida gracias al esfuerzo del industrial burgalés que da nombre a este espacio expositivo. Con cientos de equipos, hijos del mundo de la radiotransmisión: militares, científicos, náuticos, aéreos...

Espías y galaxias

Adentrarse en sus dominios es abrirse a la evolución en este campo, desde el morse que marcaban dedos ágiles hasta las conexiones inalámbricas con equipos de radiocomunicación empleados en la Segunda Guerra Mundial y durante la Guerra Fría. Cuando miles de científicos e ingenieros se lanzaron a ganar la carrera para hacer más sencillos los contactos espaciales. En una época en la que la radioescucha crecía vinculada al espionaje.

Acceder al interior de un carro de combate M-60 Patton ATTS del ejército de tierra forma parte también de la experiencia. Donado por el Ministerio de Defensa, se trata del único visitable en España y muestra cómo se realizan las comunicaciones dentro de los blindados. Y mucho más. Entre los 300 aparatos presentes, llaman la atención el modelo que anunció el ataque de la aviación japonesa a Pearl Harbor, el 7 de diciembre de 1941, uno de los equipos usados para el control de tráfico naval en el Canal de Suez hasta 2004 o el utilizado en la primera expedición fotográfica al Polo Sur.

Gagarin da el salto

Junto a ellos, viejas estrellas que no dejan indiferente por su valor histórico. El modelo de receptor que transportaba el Enola Gay cuando tuvo el pésimo gusto de lanzar la primera bomba atómica sobre Hiroshima, el 6 de agosto de 1945. Un traje idéntico al que vestía Yuri Gagarin durante su salto espacial en 1961. Material de alto secreto soviético y equipos de espionaje cocidos a fuego lento en plena Guerra Fría. Y el modelo de receptor utilizado por la NASA en su programa Apollo, que lanzó al hombre a las estrellas para que pusiera sus pies sobre la luna, en 1969.

El paseo de la fama de Belorado no se inscribe en las aceras sino entre las paredes de este museo. Nació para la observación y para sentirse dentro de la experiencia. Pocas veces podrás caminar por una trinchera sospechando las dantescas condiciones que soportaban los soldados durante la Gran Guerra. Andar entre barracones de descanso. Conocer el almacén de comida, el hospital de campaña, el puesto de mando o el de control y correo. Darte un garbeo por la habitación de un piloto de combate.

Tampoco está siempre al alcance pisar la hermana gemela de la cubierta del Titanic, donde permanecía instalado el Puesto de Mando. La de la Sala Marconi, desde donde se lanzó el desesperado mensaje de socorro. O el firme de dos camarotes de primera clase estándar, la Silent Room y el camarote de los radioperadores. En resumen, un pequeño paso para el hombre, un gran paso para el turista amante del ayer.

Modelos destacados

BC 610 Hallicrafters. Adaptación militar estadounidense del HT-4, fabricado desde 1938, que se convirtió en el primer transmisor de 400 varios y lámparas de gas que, en caso de corte de línea telefónica, seguía informando. El FBI lo trasladó a la isla hawaiana de Oahu para dar parte al Pentágono del ataque a Pearl Harbor, pues era el único capaz de alcanzar tierra firme. También ayudó a Eisenhower en la reorganización de las fuerzas estadounidenses durante la campaña africana y en la batalla del Paso Kasserine, el 16 de febrero de 1943.

Equipo receptor Apollo-NASA. Fabricado entre 1955 y 1970, fue un proyecto de alto secreto durante la década de los 60. Estuvo al servicio de la CIA y la NSA para vigilar comunicaciones tras el Telón de Acero. La NASA lo usó como sistema de transmisión en el programa Apollo.

Equipo receptor del Enola Gay. Empleado en aviones bombarderos durante la II Guerra Mundial, fue diseñado para multimotores pesados como el B 17, B 24 y B 29. El bombardero B 29 Enola Gay recibió la orden de lanzar la destructora bomba 'Little Boy' sobre Hiroshima a través de un equipo como éste.

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