De Lemoa a Bedia, y regreso con el sonido del agua

Montes como el Arraño I (395 m.), el Arraño II (375 m.), el Aramotz (514 m.) y la Peña Lemona (368 m.) imponen ambiente mendizale al lugar con sus senderistas y sus piedras calizas. Todos inician la serie de distinguibles cresterías del Duranguesado, y marcan enclaves que han sido utilizados a lo largo de los años para albergar la industria del cemento y la de los materiales de construcción.

Planes urbanos

• Distancia 9,06 km.

• Lo más destacado Las vistas.

Dos ríos atraviesan el municipio, el Ibaizabal y su afluente el Arratia. El caminante debe partir desde el edificio consistorial, en Arraibi, para descender por las aceras vinculadas a la carretera BI-635, donde se establece la cota mínima del recorrido, 53 metros. Habría que rodear el entorno rural de Lemoaurieta, al principio por el este, obedecido el arcén de esa vía; después por el norte, a través de la acera del acceso a Lemoa por Elizondo. La cota máxima de este paseo, que asciende a 75 metros, llega antes de bajar por Intzuntza.

Sigue hasta Elexalde con la ayuda de las aceras vinculadas a otra carretera, la N-240, atravesando el polígono industrial de Potzueta. A partir de ahí, toca volver por la misma senda asfaltada para sumar la cifra completa de la presente propuesta deportiva.

Habremos superado, al tocar de nuevo el muro final en el ayuntamiento, un recorrido llano y, además, bastante despejado. Y atravesado también entornos viarios, residenciales e industriales de ambas localidades. Por el camino hay bancos, por si alguien necesita reposar un rato y tomar aire. A quienes no les parezca lo suficientemente largo, se les ofrece la posibilidad de combinarlo con los tramos ARR02, ARR03 o ARR04. Con ellos existe incluso la opción de convertir la marcha en una ruta circular o de prolongar la lineal.