Las gaviotas aprenden a robar a los turistas y se comen las palomas
Gaviota patiamarilla (Larus michahellis) ·
Muy inteligentes, estas aves marinas, que han descendido un 82% en Bizkaia, pueden mostrarse agresivas y desafiantes en época de críaEs la gaviota más común por estos lares, pero sufre un importante declive. La gaviota patiamarilla es reconocible por sus patas doradas, su pelaje blanco ... y gris (diferente cuando son pollos, para facilitarles el camuflaje) pico anaranjado y con un punto rojo en la punta. La especie ha conquistado ya tramos fluviales y embalses como el del Ebro. En Vitoria, come en el vertedero de Gardelegi.
En el Cantábrico, se la considera sedentaria. Más de un 70% de los pollos marcados en Gipuzkoa no salen a más de 50 kilómetros «de casa». La tendencia de la especie es negativa por la desparición de los basureros al aire libre y por una enfermedad «paralizante» que sufren provocada por un virus. Según la Sociedad de Ciencias Aranzadi, se ha pasado de 4.200 parejas reproductoras durante los 2000 a 1.861 en 2021. En Gipuzkoa han caído un 6%, pero el declive en Bizkaia alcanza el 82%. El estudio destacó, además, la irrupción de colonias en varios municipios del Gran Bilbao. Y es que además de en acantilados, pueden anidar en edificios. En los centros de las ciudades se hacen fuertes porque carecen de depredadores y hallan alimento fácilmente. Comen de todo. Además son muy inteligentes, casi tanto como los córvidos. En Barcelona, donde engullen sobretodo palomas y cotorras invasoras, han aprendido a robar los bocadillos a los turistas. Se «copian» estas habilidades unas a otras.
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Familia Laridae
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Hábitat Tres especies por toda la costa, aunque se extienden al interior.
Estas gaviotas distinguen a las personas que les han ofrecido comida con anterioridad, mientras que si se las mira fijamente se sienten desafiadas. Pueden ser muy territoriales y agresivas en época de cría y lanzarse en picado para proteger sus nidos. Su gran envergadura, de un metro y medio con las alas desplegadas, hace que infundan respeto. En Bilbao, - donde se las ha observado comer palomas en el parque de Doña Casilda, desatando el pánico entre los niños- Getxo, Santurtzi o Portugalete se han realizado campañas para retirar sus nidos. Y el propio Ayuntamiento de la capital vizcaína, donde se censaron unos 150 ejemplares, recomienda no enfrentarse a ellas y alertar al Consistorio de su presencia cuando originen molestias.
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