Nueve paseos por la orilla
El mar, los ríos y los embalses proporcionan al caminante senderos prácticamente llanos con buenas vistas y retazos de historia
El invierno está ya aquí y aunque ronda la tentación de quedarse en casa, acurrucados en el sofá bajo la manta, nunca está de más salir a la calle para despejarse con el viento. A fin de cuentas y aunque soñemos con el calor, el frío y la lluvia forman parte de nuestra naturaleza. Ahora mismo, el mar ruge, los embalses muestran su mejor cara y los ríos bajan alegres, de modo que es una buena ocasión para ir a verlos. He aquí varias alternativas para recordar que los paseos cercanos al agua nos concilian con la naturaleza y nos invitan a observar horizontes infinitos.
Desde Santurtzi a Bilbao
El Nervión es el eje que vertebra la comarca más habitada del País Vasco, una vía sin rupturas desde Basauri hasta Santurtzi que desde hace algunos años se puede recorrer a pie en su totalidad por la orilla, como decía la canción que hacían las sardineras. La modernidad y un urbanismo más amable han roto definitivamente las barreras que separaban cada pueblo de la ría: astilleros, estaciones de contenedores, polígonos, hornos de fundición, vías férreas... y mucha contaminación sobre y bajo la tierra. Quizá el tramo más reconocible sea el que une el puente del Ayuntamiento con el del Euskalduna, pasando junto al museo Guggenheim, pero la ruta está abierta hasta El Abra y son unos 15 kilómetros prácticamente lisos por la ribera, salvo los tramos que penetran en Sestao para esquivar el complejo siderúrgico de la acería y de Lutxana a Zorroza. Restos del pasado como el muelle de Churruca, la estación de Portugalete, los cargaderos y el área de amarre de los remolcadores aparecen durante el trayecto, que es una lección de vida.
Parque de Garaio (Vitoria)
La red de embalses próximos a la capital alavesa dispone de tres rutas principales, pero para esta ocasión nos decantamos por la que enlaza Garaio y Azúa (13 kilómetros), un recorrido carente de dificultades y más adecuada para toda la familia, pues discurre por senderos prácticamente lisos y se puede recorrer en tres horas. Bosques de robles y pinos, humedales y miradores jalonan la ruta, de modo que el entretenimiento está garantizado. El paso sobre el agua mediante las espectaculares pasarelas del Zadorra (208 metros) y de Azúa (432 metros) aporta emoción a la actividad. Muy cerca se encuentra el Parque Ornitológico de Mendixur, un espacio ideal para la observación de aves.
La ruta del flysch (Sopela-Barrika)
El tramo de costa de Sopela a Barrika es uno de los escasos que se mantienen relativamente vírgenes y, pese a ello, son fácilmente transitables. Es un continuo sube-baja no demasiado exigente y puede realizarse en menos de dos horas con unas deportivas, aunque puede haber tramos embarrados. La ruta arranca en el aparcamiento de la playa de Sopela y asciende por la urbanización Sopelmar. A partir de ahí es una sucesión de calas y acantilados intactos, paredes verticales que superan los 100 metros de altura y playas como las de Meñakoz o de Barrika, en la que las mareas juegan a traer y llevarse la arena. A nuestros pies, un gran ejemplo de esos juegos geológicos que son los flysch, que con marea baja parecen espinazos de animales prehistóricos. Merece la pena bajar a la orilla en las mencionadas calas para apreciarlo, antes de afrontar el último tramo, que nos lleva hasta Muriola, diminuto reducto nudista que Juego de Tronos convirtió en icono.
Desfiladero del río Purón (Valdegovía)
El arroyo ha excavado kilómetros de roca en un extremo del parque de Valderejo y es posible recorrer un largo tramo para observar este capricho de la naturaleza situado en Lalastra, aldea perteneciente a Valdegovía, al oeste de Álava, a 40 kilómetros de Vitoria y 30 de Orduña. El sendero junto a uno de los cauces mejor conservados del País Vasco parte de San Millán de San Zadornil y se prolonga durante unos 8 kilómetros sin excesivas dificultades. Al paseante le conviene saber que pisa un camino muy antiguo, que fue utilizado en el siglo IX por los cristianos que emprendieron la repoblación de Castilla tras la marcha de los árabes. La meseta está de hecho tan cerca que el desfiladero confluye en el valle burgalés de Tobalina.
Web www.uragentzia.euskadi.eus
Embalse de Sobrón (Lantarón)
El Ebro encuentra un nuevo obstáculo en Sobrón, donde un completo parque de aventura permite disfrutar de ocio activo durante todo el año. Un atractivo sendero recorre un tramo del cauce antes de adentrarse en el bosque de robles y madroños, un paseo circular de unos 8 kilómetros y baja dificultad con sorpresas como la posibilidad de avistar colonias de buitres o de penetrar en la aldea de Sobrón, que estuvo habitada hace no tanto tiempo, y donde un antiguo horno de pan sirve hoy de improvisada capilla.
Maroño, bajo la sierra
Estamos en el valle de Ayala, la Suiza vasca, verde, rodeada de montañas y abierta desde antiguo a los visitantes, que lo recorrieron desde la costa hasta Castilla cargando mercancías. El embalse de Maroño es un remanso de paz que, visto desde algunos ángulos, impresiona aún más por el contraste con las cimas de Sierra Salvada, con picos de más de mil metros de altura como Tologorri o Eskutxi. El recorrido hasta el pequeño pantano parte de Lendoño de Arriba y no es circular, por lo que requiere algo menos de seis horas de un esfuerzo bien recompensado. Hayas, robles y pinos nos acompañan durante el paseo, en el que compartiremos espacio con los rebaños de ovejas que pastan apaciblemente.
Una cebra camino de Butrón
El sendero entre Plentzia y el castillo de Butrón es un clásico para los aficionados a caminar, pero es más que probable que ahora se encuentre impracticable en algunos tramos debido a la lluvia, de modo que ofrecemos aquí una alternativa poco conocida. La ruta parte de Urduliz, cerca del Ayuntamiento, y discurre hacia Butrón por caminos rurales. En un primer tramo discurre entre campas tras dejar atrás la rotonda próxima al barrio de San Fermín y la calle Errementariena y, antes de enlazar con la carretera de Mungia (1 kilómetro), gira a la izquierda para ascender a las lomas que separan Urduliz de Butrón. Es un espacio idílico de bosques, caseríos, chalets, un par de clubs hípicos y mucho silencio. Tras unos 45 minutos de paseo, el camino se bifurca: es mejor seguir por el de la izquierda y volver por el de la derecha, mucho menos pendiente. Si optamos por esa opción descubriremos una imagen sorprendente en los prados que rodean una vivienda: una cebra y un guanaco, entre otros rumiantes más habituales. Un rápido descenso nos lleva a Butrón y al incomparable paseo por la margen derecha de la ría hasta la urbanización del Abanico de Plentzia (situada en la orilla contraria), cuando el sendero comienza a trepar hacia Andraka (Lemoiz). Salvo que dejemos un segundo coche junto al castillo para el regreso, será una caminata de unas cinco horas.
Ermitas de Bakio
También la serie de los dragones elevó a categoría mundial el islote de Gaztelugatxe, uno de los destinos de la ruta de las ermitas de Bakio... aunque el peñón se alza dentro de los límites de la vecina Bermeo. El sendero, de unos 11 kilómetros, arranca junto a la oficina de turismo local, se completa en unas tres horas y traslada al caminante hasta la joya románica de San Pelayo. La ermita data del siglo XII y es uno de los edificios más antiguos de Bizkaia. De regreso a Bakio, la senda pasa junto a las ermitas de San Esteban, San Cristóbal y Santa Catalina, buenos ejemplos de arquitectura popular, y el antiguo molino-ferrería de Bekoerrota-Bengolea.
Web www.bakio.eus
Pantano de Ordunte
Los valores históricos se combinan también durante el paseo que rodea el embalse situado en Burgos, muy cerca de la muga con Bizkaia, debido a la abundancia de hogares y túmulos de la Edad del Cobre (2.900-2.000 a.C.). Durante un recorrido de 10 kilómetros con salida en Ribota de Ordunte, a 12 kilómetros de Balmaseda, los visitantes pasearán por un entorno boscoso rico en acebos, madroños, tejos, hayas, robles y enebros. La fauna es así mismo abundante, pues miles de aves anidan en este pantano construido hace 90 años para abastecer de agua a la capital vizcaína.
Web senderosdelasmerindades.es