El encanto de los escenarios bélicos
El cabo Matxitxako, el cerro de Jundiz y los fuertes de Errenteria y Santoña cuentan historias de dolor en medio de paisajes sugestivos
Entre cañones anda el juego. Los enclaves de los que trataremos en estas líneas tienen que ver con el pasado bélico, con historias sobre la Historia. Llegarás a ellos en coche, caminando o en bicicleta, para admirarlos con nuevos ojos. Camina entre noticias antiguas, datos escalofriantes sobre soldados muertos, barcos hundidos y ejércitos desarmados en parajes que la naturaleza ideó para su disfrute.
Publicidad
Bizkaia
La batalla de Matxixako
Costa frente al cabo Matxitxako. 5 de marzo de 1937. Estalla el combate y los bous vascos Gipuzkoa, Bizkaya, Donostia y Nabarra de la Marina de Guerra Auxiliar de Euzkadi se enfrentan al buque franquista Canarias. El crucero viaja al Golfo de Bizkaia con el objetivo de interceptar el acceso a Bilbao del mercante Galdames, que zarpó desde Baiona con 137 pasajeros, refugiados y políticos republicanos, entre ellos el exconsejero de Sanidad de la Generalitat Manuel Castro Formiguera. El combate es desigual. Los cuatro bacaladeros que escoltan al Galdames portan pequeñas piezas de artillería en proa y popa. El Canarias, preparado para la guerra, luce cañones capaces de hundir un navío a kilómetros de distancia
Podrás rememorar la contienda gracias a un paseo, mientras diriges la vista al lugar exacto donde sucedió. Sabemos que el Nabarra fue hundido y que perecieron 29 de sus 49 ocupantes. Su comandante, Enrique Moreno, y el oficial Ambrosio Sarasola se negaron a abandonarlo y optaron por morir antes que rendirse al enemigo. De los restantes navíos, el Gipuzkoa huyó averiado y con varios muertos a Portugalete. El Bizkaia condujo a Bermeo al Yorkbrook, que había sido capturado por el Canarias y transportaba armas para los republicanos. El Donostia escapó a Francia y el Galdames izó la bandera blanca tras la muerte de cinco pasajeros.
La senda hacia la punta más septentrional de la Euskadi peninsular completa casi 6 kilómetros. Es sencilla, circular, con desnivel de 160 metros. Descubrirás el viejo faro del siglo XIX y el nuevo, mucho más rotundo. También las vistas sobre el peñón de Aketx y Gaztelugatxe. Del antiguo, inaugurado en 1852 y que funcionó hasta 1909, queda en pie la torre. A 110 metros espera en el actual la casa de los torreros, los almacenes o el depósito de efectos.
Para comenzar el recorrido debes partir desde Bermeo hacia Bakio por la BI-3101, elige la señalización de Gaztelugatxe. En pocos minutos verás un desvío con una marca que indica la dirección a Matxitxako por la BI-4203. Entrarás en la zona de Arene, punto de partida, donde existe un espacio para aparcar. Primero sigue esa pequeña carretera, resguardada por los árboles.
Publicidad
Álava
Cerro de Jundiz
Cinco miradores de una ruta circular paisajística e histórica ayudarán a rememorar la batalla contra las fuerzas de Napoleón a solo 4 kilómetros de Vitoria. Antes que los franceses, por el cerro de Júndiz pasaron legiones romanas para instalarse en la colina de Arkiz, donde crearían la ciudad de Veleia. Además, la atalaya se utilizó como centro estratégico en tres batallas esenciales. La de las tropas de Enrique de Trastámara contra las de su hermano Pedro el Cruel en la Guerra Civil de 1367. La Batalla de Vitoria contra la ocupación francesa en 1813. Y las Guerras Carlistas, momento en el que se construyó un fuerte.
Ubicado entre los pueblos de Aríñez y Víllodas, los escasos 620 metros de Júndiz permitían controlar el paso de tropas llegadas desde La Puebla de Arganzón o el valle de Kuartango y Pobes para salir a Nanclares. Podrás cubrir el camino a pie o en bicicleta. Obedece el itinerario señalizado en torno a la cima de Inglesmendi. Además, los interesados en la Batalla de Vitoria pueden alargar la visita ascendiendo a la cumbre, donde espera una mesa de orientación dedicada a este conflicto.
Publicidad
El topónimo se originaría en 1367, cuando los de Enrique de Trastámara y los de Pedro el Cruel peleaban por el trono castellano. Cinco siglos más tarde acogió la decisiva batalla contra los galos. Las tropas aliadas –españoles, portugueses e ingleses– vencieron al ejército imperial de Napoleón. José Bonaparte, su hermano, dirigió desde la atalaya la retirada. Narran las crónicas que, el 21 de junio, el mariscal Jourdan cabalgó hasta el palacio de Montehermoso para despertar a Bonaparte. Las tropas aliadas, que disfrutaban mejor posición, detuvieron la avanzadilla gala a tiros y José I asumió el retroceso a la línea entre Gomecha y Crispijana.
Los aliados cruzaron los puentes de Nanclares y Momario hacia Jundiz, Margarita y Aríñez. Lograron la huida de los franco-alemanes que defendían el cerro. En sus laderas cayeron más británicos que franceses, enterrados después en fosas comunes. La artillería causó bajas al enemigo; sobre las cuatro de la tarde Aríñez y Margarita ya pertenecían a los aliados. A las cinco, los imperiales apostados en el resalte de Zuazo utilizaron una gran batería, los aliados respondieron con otra. Se produjo así el mayor duelo artillero en campaña durante la Guerra de Independencia. La armada imperial acabó replegándose hacia Vitoria hasta que, sobre las cinco y media de la tarde, José I ordenó la retirada general.
Publicidad
Cantabria
Fuerte de San Martín (Santoña)
Santoña, entrada al puerto. Llegarás a la fortaleza por la carretera que bordea el Buciero, en la parte oriental. No se conoce su fecha de nacimiento, aunque se sabe que fue tomado al asalto ya en 1639. Tras incendiarse, sería reconstruido en 1668 y sufrió modificaciones posteriores en 1794 y 1870, la primera por parte del ejército francés. Su forma de herradura domina los dos pisos, terraza y patio. La denominada 'Casa de los Oficiales', en cambio, dibuja planta rectangular. Cilíndrico es el patio, con escalera de caracol. La piedra de sillería compacta el cuerpo, que luce ladrillo en los vanos.
Pasarás al interior, si está abierto, por un arco con cancela de hierro (fíjate en la inscripción de la época de Isabel II). Según los expertos, se trata probablemente del único edificio conservado en sistema Carnot y domina la entrada al puerto y el núcleo más antiguo de la villa con 2.700 metros cuadrados de extensión. Brilló como segunda barrera de fuego en la falda del monte Buciero, luciendo hasta 43 cañones de gran calibre y espacio para obuses en la terraza.
Publicidad
Gipuzkoa
Fuerte de Txoritokieta (Errenteria)
Erigido para defender la frontera, aguarda en lo alto del monte de mismo nombre entre Donostia y Astigarraga desde 1890. La idea era reforzar los fuertes de San Marcos y Guadalupe tras la Tercera Guerra Carlista, el conjunto denominado Campo Atrincherado de Oiartzun. Con una estructura de gran cuerpo central en forma de cruz, tres baterías y un cuartel pentagonal protegido con foso, terraplenes, parapetos y muros aspillados. El problema es que 40 años más tarde apenas prestaba servicio y el Ayuntamiento de Errenteria lo compró en 1993. Jamás restaurado, permanece en estado de abandono entre vegetación, aunque vale la pena acercarse a sus muros ya que conserva gran parte de los elementos originales. Se puede llegar desde Errenteria por la carretera GI-3671, dirección Astigarraga. Una vez en la ermita del barrio Zamalbide, toma la carretera que indica el camino hacia el fuerte de San Marcos. Sube por esta pista y, a 1,6 kilómetros de la ermita, sigue el sendero a mano izquierda.
Accede todo un mes por solo 0,99€
¿Ya eres suscriptor? Inicia sesión