Cuando las cuestas y el desnivel merecen la pena
Elantxobe (Bizkaia) ·
Ubicado en Urdaibai, este pequeño pueblo de la costa, es un enclave con mucho encanto por sus calles estrechas, empinadas y adoquinadasCon una belleza inigualable, Urdaibai es un espacio natural que tiene una magia especial. Un paisaje de contrastes, con playa y montaña, de obligado paso ... si uno visita Bizkaia. Declarado Reserva de la Biosfera por la Unesco en 1984, su majestuosidad destaca entre los arenales de Mundaka y Laida. Un escenario donde el tiempo desaparece y el silencio se abre paso.
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Nuestra ruta comienza en el castillo de Arteaga. Tras unos pequeños repechos en dirección Lekeitio, tomaremos el desvío a la derecha, por la BI-3223. Es una subida de dos kilómetros con rampas de hasta el 10% de desnivel. Una vez arriba, en la rotonda giramos hacia Elantxobe. En ese punto nos encontramos con más ciclistas que van hacia Lekeitio, otra ruta muy concurrida.
Pasamos del término municipal de Gautegiz-Arteaga a Ibarrangelu, y de ahí tomamos un desvío a la derecha. La carretera, bastante sombría por los árboles, vuelve a tener pendiente. Continuamos en línea recta hacia Ea, donde llegaremos al barrio de Natxitua. Desde allí se puede divisar el mar. Volvemos por la misma vía hasta el cruce que señala la vía hacia Elantxobe. Un descenso de cuatro kilómetros en el que podemos ver los caseríos rodeados de verdes prados con el Cantábrico al fondo. Bajamos hasta el puerto pesquero. Esta es la parte baja de la localidad. Un enclave con mucho encanto por sus calles estrechas, empinadas y adoquinadas. Las casas están construidas sobre la ladera del cabo Ogoño. Para salir de la localidad hay que hacerlo por donde hemos accedido. Una carretera con una pendiente de hasta el 13% de desnivel.
En bici
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Distancia 24 km.
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Puntos de interés Ea y el puerto de Elantxobe.
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Pendiente máxima 13%
Una vez arriba, giramos a nuestra derecha para dirigirnos a la parte alta de Elantxobe. Aquí tenemos unos impresionantes miradores que nos proporcionan panorámicas a vista de pájaro del núcleo urbano y del mar. En la pequeña plaza de la localidad llama la atención la rotonda giratoria, un mecanismo que sirve para que los autobuses puedan dar la vuelta. Es uno de los espectáculos más curiosos cuando llegan los autocares. Tras disfrutar de la visita volvemos por la misma carretera.
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