Aventura de vértigo en Navarra

Pero centremos la experiencia, o las experiencias más bien, que son muchas. Igantzi está cerca de Irun y a unos 70 kilómetros de Pamplona. Bosques, prados cercados, cultivos y helechales allá donde la vista alcanza. Un paraje ideal que recorrer. Y distintos modos de hacerlo para que cada cual elija su preferido. Por ejemplo, Segway con guía, visitando los caminos a conquistar sobre dos ruedas; rincones y recovecos, preciosas vistas sobre los montes que rodean el parque.

Otra opción, paseos a caballo para conectar con tu lado salvaje mientras trotas sobre uno de esos hermosos animales que abrirán tu mente a nuevas experiencias. O un viaje en tren turístico, el IrriSarri Express, ruta interpretativa guiada para conocer la calera, la carbonera y otros lugares indispensables.

Ya advertimos que la oferta era grande… y se amplía con propuestas más movidas. Laser Tag, juego de estrategia que pone en combate a dos equipos preocupados por evitar el haz de luz infrarroja, la única munición; pensado para niños y mayores que deberán repasar su estrategia. Pelín más fuerte: salto pendular al vacío; solo hace falta valor para colgarse de un arnés y dejarse caer en un vuelo cuya sensación es similar al puenting. 40 metros de altura, 70 de vuelo pendular parecido a un columpio gigantesco. Suma y sigue.

Subidón de adrenalina en el circuito de tirolinas y canopy más largo de Europa. Más de 2,5 kilómetros suspendido en el cielo para observar el mundo a vista de pájaro. O prueba de destreza durante la ruta de arborismo «cuya novedad este año es la puesta en marcha de una actividad con 45 retos en dos emplazamientos, interior y exterior, con un nuevo sistema de seguridad, la línea continua de vida», especifican desde el complejo. Regatas, bosques y laderas se convierten en pista sobre la que deambular ayudado por cuerdas.

Con el objetivo de completar saltos del mono, tirolinas y ver una cabaña en un árbol. Sin olvidar el circuito aéreo dentro del Jolastoki, dotado de troncos móviles, escalera horizontal, cinco recorridos arbóreos, torre sobre el viejo castaño, puente tibetano... Y posibilidad de vía ferrata, si lo quieres poner más complicado.

De cara a los peques, el Jolastoki ofrece actividades en un entorno controlado por monitores. Castillo hinchable, de aventura, pista infantil de coches y bicicletas, juegos de puntería, campo de tiro con arco, circuito arbóreo infantil, circuito aéreo indoor, campo de futbito 3, baloncesto, futbolín, pimpón... Para variar la temática, cita con la cultura en el museo del carbón que muestra al aire libre cómo se obtenía antaño este elemento. Aprenderás las fases para lograr el carbón vegetal observando carboneras a tamaño real, la cabaña en la que vivían los carboneros y herramientas utilizadas.

«También disponemos de rutas de descenso bike mejoradas, incluyendo rampas de salida y arcos de llegada. Y hemos renovado la flota de alquiler. Por supuesto, la seguridad es esencial, cada año nuestro equipo completa una formación sobre el uso de tirolinas y péndulo, incluyendo tácticas de rescate. Las instalaciones siguen una estricta auditoría, por eso nunca ha habido un accidente grave», matizan orgullosos.

Seguro que la confesión tranquiliza a quienes duden sobre si acercarse a este atrevido centro del ocio.