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Carlo Padial. R. C.

Carlo Padial: «Me siento un intruso en todo lo que hago»

Entrevista ·

El inclasificable director y guionista estrena este viernes 'Doctor Portuondo', su primera serie y la primera producción original de Filmin

Iker Cortés

Madrid

Viernes, 29 de octubre 2021

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A Carlo Padial (Barcelona, 1977) le ponemos cara no solo por haber protagonizado algunos de los vídeos más reflexivos de la web Playground, sino por su participación como colaborador en 'Late motiv', el programa de Buenafuente. Guionista e inquieto creador detrás de obras como 'Algo muy gordo' o 'Vosotros sois mi película', estrena hoy en Filmin su primera serie, 'Doctor Portuondo', que adapta la novela homónima que escribió para Blackie Books en 2017 y en la que narra la terapia que él mismo llevó a cabo con un peculiar psicoanalista cubano exiliado en Barcelona al que encarna un fantástico Jorge Perugorría.

-'Doctor Portuondo' es la primera producción original de Filmin. ¿Ha supuesto eso una responsabilidad o una presión añadida? ¿Cómo surgió la colaboración?

-La adaptación del libro fue una propuesta de ellos y de la productora La chica de la curva. Y bueno, claro, es una responsabilidad en cierta manera, porque Filmin representa la plataforma donde encuentras los clásicos, el cine de autor, de festivales. En conjunto, el mejor cine está en Filmin, así que tienes que venir con algo que no sea una absoluta vergüenza, sería terrible avergonzar a todas esas obras maestras. Dicho esto, una vez que estás metido, lo único que quieres es intentar ofrecer algo lo más certero posible, el reto cuando diriges o escribes es que haya la menor distancia posible entre la idea original y el resultado una vez escrito o filmado. En ese sentido estamos contentos.

-¿Cómo ha sido llevar una obra tan personal a la pantalla?

-En realidad no lo vivo así. Lo que nos interesaba del libro a Carlos de Diego (coguionista) y a mí era extraer las situaciones que pensábamos que tenían mayor potencial de cara a la serie, y sacarles el máximo partido. Más allá del elemento autobiográfico, que a mí no me parece tan importante, el libro presenta situaciones muy divertidas, muchas paradojas: la relación con el cajero automático del paciente, sus reservas a la terapia de grupo, el regreso fantasmagórico de su exnovia acusándolo de haberla enfermado a ella, etc.

-Al ser una obra suya, ¿le ha costado más eliminar pasajes?

-Al contrario, eso no ha costado nada. No queríamos tratar al libro con una excesiva reverencia, para nada. Antes de sumergirnos en el texto, Carlos y yo nos pusimos de acuerdo en cuáles eran los pasajes con mayor potencial, y fue bastante fácil. Queríamos que cada capítulo presenta una situación central muy clara y potente, al menos bajo nuestro punto de vista. El esquizofrénico del que todo el mundo se quiere hacer amigo, la necesidad de entretener a tu terapeuta. Son premisas muy claras, casi de sitcom. 'Doctor Portuondo' es bastantes cosas a la vez, pero también es una sitcom rodada cámara en mano, más opresiva de lo habitual.

Nacho Sánchez y Olivia Delcán, en un fotograma de la serie.

-A menudo en sus obras juega con la metaficción. Me pregunto qué hay de real y de ficticio en el protagonista, un personaje sin nombre, que es su alter ego.

-Supongo que en el libro puse una parte de mí, la que tiene que ver más con mis conflictos y con mi sentido del humor. Como cualquier persona, hay otras facetas que todavía no he podido explorar tanto. Pero está claro que si ves lo que hago te puedes hacer una idea de uchas de las cosas que me gustan: el sentido del humor, la sátira, la inclinación hacia lo psicológico, los quiebros hacia la incomodidad, el miedo, etc. En la serie tanto Carlos de Diego como yo hemos metido muchas de las cosas que nos gustan: tiene algo de pequeñas obras de teatro psicológicas, como las de nuestros adorados Eugene O Neill y Strindberg, tiene algo del teatro del absurdo de Arrabal, sobre todo en los bailes dialécticos en los que se enzarzan los personajes. Sobre todo el paciente y el analista, pero también en el capítulo 4, dedicado a un paciente esquizofrénico que visita el centro. Por su lado, todos los actores están muy bien. Pero Nacho hace una versión más creíble de mí mismo que la que yo pueda ofrecer, es un actor prodigioso. He aprendido mucho haciendo este proyecto con él. Contar con grandes actores te permite conectar con el público de una manera mucho más potente, algo que hasta ahora a mí me había dado un poco igual, o incluso me había resistido a aceptar, pese a saberlo de antemano.

«Contar con grandes actores te permite conectar con el público de una manera mucho más potente, algo que hasta ahora a mí me había dado un poco igual, o incluso me había resistido a aceptar, pese a saberlo de antemano»

-Precisamente, la elección del casting es uno de los grandes aciertos. ¿Fue muy difícil dar con Jorge Perugorría y Nacho Sánchez?

-Bueno, con Jorge Perugorría lo teníamos claro. Creo que Jorge ha creado un personaje absolutamente inolvidable, que no tiene nada que envidiar a tantos de esos personajes míticos de las series de televisión, es asombroso, Portuondo existe, y es un regalo haber podido dirigir un detective del inconsciente, alguien que investiga a sus pacientes, para concluir que el culpable siempre eres tú, siempre somos nosotros. En el caso de Nacho Sanchez o Olivia Delcán, sencillamente buscábamos a los mejores actores jóvenes que pudiéramos encontrar, y están magníficos. Entendieron super bien el proyecto y sumaron muchísimo. Lo mismo se puede decir del resto del reparto.

-Lo de Nacho es espectacular porque se mimetiza con usted sin caer en la caricatura.

-Lo del parecido fue algo que surgió en el proceso de ensayos, Nacho quiso tomar algunas cosas de mí, algunas manías, mi manera de vestir, me pareció bien. Pero podríamos haber optado por todo lo contrario y no hubiera cambiado nada. Lo importante para mí era lo que representaba el paciente, es casi un arquetipo generacional, una persona llena de dudas, y de pequeños miedos, el deseo de ser alguien especial y el ser tan auto consciente. En la serie la mirada del paciente sobre el exterior es totalmente surreal, mira por encima del hombro todo el tiempo, ese es un detalle maravilloso muy presente en la interpretación de Nacho Sanchez. Lo que hace Nacho en esta serie es un prodigio, es el mejor actor joven español que conozco, y me siento muy privilegiado de haber podido hacer esto con él.

-¿En algún momento del proyecto se planteó dar vida al protagonista?

-No, en ningún momento.

-Precisamente, parte de las neurosis del protagonista tienen que ver con esa necesidad de aparentar algo que no se es. ¿Es el postureo uno de los grandes males de nuestro tiempo?

-Pensaba que ya no se usaba la palabra postureo, daba por hecho que había ido al mismo vertedero que la palabra metrosexual o fofisano (risas). Pero sí. La serie puede verse como una sátira de las neurosis de una generación hiperconsciente. Estoy de acuerdo. Es la cultura en la que vivimos. El Siglo del Individualismo, que decía Adam Curtis.

Arriba, Jorgue Perugorría; debajo, Nacho Sánchez y Carlo Padial, durante el rodaje.
Imagen principal - Arriba, Jorgue Perugorría; debajo, Nacho Sánchez y Carlo Padial, durante el rodaje.
Imagen secundaria 1 - Arriba, Jorgue Perugorría; debajo, Nacho Sánchez y Carlo Padial, durante el rodaje.
Imagen secundaria 2 - Arriba, Jorgue Perugorría; debajo, Nacho Sánchez y Carlo Padial, durante el rodaje.

-¿De dónde surge esa necesidad de ser analizado que atraviesa la pantalla? ¿Parte de la inseguridad? ¿De ese síndrome del impostor que todos escondemos?

-Para mí el psicoanálisis fue algo que encajaba conmigo, el hecho de que le otorgue tanto poder a la palabra, siendo yo alguien que escribe, me pareció muy interesante. En general, yo creo que España mira con desconfianza a todo lo que suponga inteligencia. Por eso la mayoría de cómicos por ejemplo se hacen pasar por tontos, cuando son los más listos de la sala. Es una cosa que no he entendido nunca, pero es cultural. Apreciamos a la gente por ser sencilla, campechana, estas cosas horribles, pero yo no quiero que mis artistas sean eso, quiero que me vuelen la cabeza con sus ideas me da igual si luego son unos megalómanos tipo Kanye West. No veo qué tiene de malo. Pero aquí todo lo que destile inteligencia se ve con desconfianza. Es lo que pasa con el psicoanálisis.

«España mira con desconfianza a todo lo que suponga inteligencia. Por eso la mayoría de cómicos por ejemplo se hacen pasar por tontos, cuando son los más listos de la sala. Es una cosa que no he entendido nunca, pero es cultural»

-Ahora que parece que la salud mental parece estar en el centro de la discusión, ¿todos necesitamos terapia?

-Creo que mucha gente que se dedica a cosas creativas, aunque supongo que le ha pasado a todo el mundo, nos hemos visto forzadas a mirar en nuestro interior y evaluar lo que estábamos haciendo, sobre todo al pasar por una pandemia, y la sensación de incertidumbre permanente que tiene todo el mundo a mi alrededor. Esta serie es mi respuesta, sobre todo en el ultimo capítulo. Es una serie ideal para este momento. La salud mental va a ser el gran tema de los próximos años, tanto como la emergencia climática o la crisis financiera. Y esta serie habla de eso. ¿Qué es ser una persona sana? Según el psicoanálisis es una persona que es capaz de contar su historia. Pero la serie demuestra que eso no es tan fácil como parece. Todo lo que se cuenta está bajo sospecha, al menos eso es lo que queda tras verla.

-Indudablemente, cualquier producción de su mano viene regada de humor, pero es un humor muy personal. ¿Se considera un humorista atípico?

-Bueno, depende de con quién me compares. En general, me siento un intruso en todo lo que hago. No me siento un humorista en el sentido convencional del monologuista al uso, tampoco me siento del todo bien entre escritores, ni siento que forme parte del cine, me da un poco igual. Soy alguien al que le gusta mucho el cine, el humor, el documental, los libros, y me dedico a generar todo eso sin pararme a pensar en formar parte de ninguno de esos círculos. Lo que de verdad me gusta es hacer todas esas cosas, y parte de una curiosidad muy genuina, por ver las cosas desde dentro. Lo que más me gusta de la tele por ejemplo es ver cómo la hacen, cómo se vive eso, cómo funciona, independientemente de que estoy yo ahí involucrado. Una vez que veo cómo funciona a veces pierdo un poco el interés, y cuando eso sucede vuelvo a mi ratonera, a seguir apuntando o escribiendo cosas que me hagan volver a salir afuera. Creo que a lo que de verdad estoy conectado, incluso enganchado, es al proceso de apuntar algo en el móvil o donde sea, y luego filmarlo, o publicarlo en forma de libro. Es una forma bonita de vivir, al menos para mí.

-Es su primera serie, ¿qué debilidades y qué fortalezas se ha visto?

-Bueno, no lo he pensado en esos términos de serie o película. Eso no me parece tan importante. Sino más bien creo que el reto es el que te decía a ti, el reto es que haya la menor distancia posible entre la idea original y el resultado final. A eso es a lo que te dedicas cuando diriges una serie o una película. Y creo que en esta ocasión lo que ideamos originalmente se parece muchísimo a la serie que hemos entregado. En ese sentido, estoy bastante contento. 'Doctor Portuondo' se parece bastante a la serie que queríamos hacer. Puede que incluso sea un poco mejor, según cómo lo mires.

'Doctor Portuondo' estará disponible en Filmin desde el 29 de octubre.

Vídeo. El tráiler de la serie.

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