Tractores cercanos
Furgón de cola ·
Los tractores vuelven a salir a las calles para protestar por la situación del campo
Siguen llenándose las calles de tractores y el Gobierno reacciona con cierta contradicción: facilitando el acceso a los subsidios agrarios, pero plantando antes a las ... organizaciones agrarias. Quizá pensaron que les gustaría el verbo. El nerviosismo gubernamental es comprensible. De pronto, la España vaciada no está tan vacía, sino llena de tractores. Y de españoles enfadados. Imagino que tampoco ayudará que los opinadores con lecturas no dejen de recurrir a Houellebecq como quien recurre a Nostradamus. En su última novela, el francés vaticina algo así como una guerra entre el campo y la ciudad motivada por «las condiciones insoportables que los grandes distribuidores imponen a los productores». Hartos de derramar sus productos en las protestas, la gente del campo comienza a manifestarse con escopetas.
Ayer hubo grandes tractoradas, o tractorazos, como dicen los argentinos, en lugares como Valencia, Lleida o Córdoba. La víspera la hubo en Antequera. Los tractores por las calles componen una imagen especialmente incómoda para un gobierno de izquierdas, que, puestos a elegir, siempre preferirá que se le manifiesten los obispos, los banqueros o los oligarcas. Pero, ya lo ven, se les están manifestando los aceituneros altivos. Las koljosianas.
La aleación entre simbolismo y economía lo complica todo, pero nos garantiza grandes momentos. Es probable que ahora mismo las élites intelectuales de Podemos, tan universitarias y malasañeras, estén intentando averiguar cuál es ese campo a secas del que tanto se habla, un campo que no es al parecer semántico, jurídico o el campo de la sociología de Pierre Bordieu. Mientras tanto, en el entorno de Pedro Sánchez es probable que alguien haya propuesto ya devolver a Franco al Valle de los Caídos para poder así volver a desenterrarlo, pero utilizando esta vez dos helicópteros. Y un F-18. Que quedaba imponente el caza en lo del avión aquel de Air Canadá.
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