Seis días de fiesta
Furgón de cola ·
Los 'ravers' de La Peza no cumplen su promesa de seguir bailando hasta después de ReyesAyer dejó de sonar la música en el terreno de La Peza, Granada, en el que se celebraba desde el día de Nochevieja una fiesta ... multitudinaria e ilegal. Los escenarios se desmontaron, los puestos y las carpas se cargaron en los camiones y los mil quinientos jóvenes que llevaban allí seis días bailando y lo que fuese subieron a sus coches y comenzaron a desfilar formando polvorientas caravanas en dirección al primer control de la Guardia Civil. Verlos, la verdad, causaba tristeza. Siempre la causa una fiesta que termina. Pero en esta ocasión la tristeza se teñía de preocupación sociológica. Desde que la 'rave' ilegal fue detectada se dijo que los muchachos querían aguantar hasta después de Reyes. Y se rindieron ayer. Seis días después. Apenas ciento cuarenta horas de fiesta ininterrumpida. A mí me parece que el fracaso es colectivo. No estamos sabiendo inculcarles a los jóvenes la cultura del esfuerzo.
Como a nadie sorprende ya que, llegada la Navidad, algunos rincones de la España vacía se llenen temporalmente de 'ravers' en gran medida extranjeros, hay que resaltar que en esta ocasión lo increíble no ha sido la multitud danzante y su civilización fugaz y autónoma, sino los vecinos de la zona. Qué manera de reaccionar. Cuando los reporteros desplazados buscaban en ellos respuestas temerosas, indignadas o iracundas, el vecino que no decía que estaba deseando ir él también a la fiesta decía que él ya había ido y los chavales eran muy simpáticos y le habían invitado a un café. «Como si se quieren quedar a vivir, si las criaturas no molestan», le dijo una vecina de La Peza a la televisión.
Por supuesto, al detentar la autoridad, el alcalde del pequeño municipio granadino no podía reaccionar con esa ligereza. Así que se centró en lo organizativo. «Estoy casi por contratarlos para las fiestas del año que viene», le dijo el alcalde a un informativo en horario de máxima audiencia. «Es increíble el potencial organizativo y el despliegue técnico». Y así todo el rato. Poco más de mil vecinos tiene La Peza. Y su alcalde es ya mi político español favorito de todos los tiempos. Se ha estado el hombre seis días demostrando en los medios nacionales toda la naturalidad, la sintaxis y el sentido común que les falta al 80% de los diputados en Cortes.
EE UU
Nada igual
Que el candidato trumpista a liderar la Cámara de Representantes sea boicoteado por un grupo de congresistas republicanos que no lo encuentran suficientemente extremista es maravilloso. Que Donald Trump interviniese ayer para pedir unidad al partido es un chiste. Se insiste en que hace cien años que no ocurría algo así en la Cámara Baja del país. Y esa sorpresa, la verdad, es sorprendente. Estados Unidos presumía de no haber sufrido un solo golpe de Estado y hace dos años vimos cómo los seguidores de un presidente que se negaba a aceptar su derrota electoral asaltaban el Capitolio. Y antes vimos cómo ese mismo presidente le anticipaba al país que las elecciones que iban a celebrarse serían fraudulentas si él perdía. ¿Cien años? En septiembre de 2020, Barton Gillman ya concretaba en 'The Atlantic' el nivel de amenaza al orden constitucional que vivía su país: «No hemos experimentado nada igual antes».
'Charlie Hebdo'
Indoblegables
Mejor que el 'Yo soy Charlie' fue lo que dijo el dibujante Riss, uno de los supervivientes del atentando de 2015, cuando a la portada de 'Charlie Hebdo' volvieron las caricaturas de Mahoma: «No nos doblegaremos nunca». Aquello hizo que el ayatolá Jamenei resentenciase: reproducir el «santo rostro del profeta» es «imperdonable». Rectificando, 'Charlie Hebdo' convoca ahora un concurso de caricaturas del propio Jamenei. Y tampoco le ha gustado. El líder iraní promete una «respuesta efectiva y decisiva». Su rostro debe de ser santo también.
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