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Furgón de cola

Provoca o gobierna

Castilla y León ·

Mañueco desautoriza a su vicepresidente, que se defiende blandiendo un protocolo invisible

El presidente Mañueco aseguró ayer que en Castilla y León no se va a adoptar ningún protocolo que pueda someter a «coacciones directas» a las ... mujeres que decidan abortar. «No se obligará a nada a los médicos, ni se obligará a nada a las mujeres embarazadas». Horas antes, el vicepresidente Gallardo, el de la barba cumplida, había anunciado que en Castilla y León entraba en vigor un protocolo que obliga a que se les dé a las mujeres «la posibilidad de tener la información». Se supone que la perífrasis cobarde de la derechita valiente incluye la escucha del latido fetal y la ecografía 4D para las embarazadas que al parecer se disponen a abortar sin estar al tanto de en qué consiste un embarazo exactamente.

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Cuando se le preguntó a Gallardo, gran honra de su barba, dónde se ha publicado el protocolo ese que decía que entraba en vigor, el vicepresidente echó balones fuera porque lo suyo no es gobernar sino provocar. De ahí su sonrisa satisfecha de estos días. No hay colegio de ginecólogos o asociación científica en Castilla y León que conozca las medidas que según él deben cumplirse desde ayer en la comunidad. Pero los médicos advierten de que los protocolos internacionales vigentes establecen que hay que esperar hasta la semana doce de gestación para realizar la clase de ecografía que permite escuchar latidos. El populismo, además de tóxico, corrosivo y muy pesado, es extraordinariamente ineficiente. A veces promueve medidas antiabortistas que pueden dañar al feto y a veces leyes contra la violencia sexual que rebajan las penas a los agresores sexuales.

Mientras los ciudadanos de Castilla y León descubren que están gobernados por una pareja cómica que les toma por idiotas, Feijóo descubre que Vox es un compañero de Gobierno funesto e inviable. Que también sea su único modo de llegar al Gobierno describe el lío en el que está metido el líder de la oposición, que es por lo demás el lío de un país que ha superado el bipartidismo dejando a los dos grandes partidos en manos de sus proyecciones adolescentes y tanáticas. Mientras el nuevo líder del PP cuenta escaños y ajusta a conveniencia su moderación, le sale un portavoz popular en Huelva asegurando que lo que intenta el gobierno de Castilla y León es «evitar asesinatos». Dos semanas de enero y el año electoral ya invita al exilio.

Sicilia

Último capo

Sicilia es la isla más grande del Mediterráneo. Y ni siquiera eso explica la facilidad con que se pierden allí los capos de la Cosa Nostra. Bernardo Provenzano estuvo cuarenta años oculto y terminaron capturándolo en Corleone. Ahora ha caído Matteo Messina en Palermo. Es el último gran jefe de la Cosa Nostra y llevaba huido treinta años. Antes que la Policía lo encontró el cáncer. Y ha sido detenido en la clínica en la que lo trataban bajo una identidad falsa. En Sicilia hay también una historia de coraje civil que debe contarse y comienza antes del asesinato del juez Falcone. En los cincuenta, el periódico 'L'Ora' de Nisticó y Sciascia ya respondía a las bombas con más noticias. Y con más tiras satíricas protagonizadas por Calogero Lupara, un mafioso cateto y cejijunto que lo arreglaba todo tirando de escopeta.

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Vitoria

Teoría y práctica

Estalla la crisis internacional, los medios amplifican las historias de los refugiados y los políticos responden al estímulo de la emoción colectiva con las más bellas palabras de acogida y generosidad. Dura un suspiro, recuerden el 'Aquarius'. O miren cómo el País Vasco que ayer mismo quería abrir corredores humanitarios en Europa rechaza hoy que se abra un centro de acogida para refugiados en Vitoria. ¿Porque lo abre el Gobierno central? Bueno, y porque son refugiados. «En Euskadi no son necesarios este tipo de servicios», asegura el alcalde Urtaran. «Vitoria no es el lugar adecuado para este tipo de centro», asegura la portavoz municipal del PP. Y luego decimos que los partidos no llegan a acuerdos.

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