Problemas expiatorios
MADRID ·
Isabel Díaz Ayuso completa el magnetismo populista: echa balones fuera y los atraeCientos de miles de personas se manifestaron ayer en Madrid en defensa de la sanidad pública. Atendiendo al guion del esperpento nacional, es probable que ... la presidenta Ayuso reaccione con la máxima responsabilidad. Aludiendo a alguna conspiración comunista, quiero decir. Y relacionándola con médicos que ejercen la eugenesia vudú en sótanos sindicales. También con el plan secreto de Moncloa para transformar Madrid en un inmenso penal donde los madrileños paguen por su amor a la libertad.
La opción de que la sanidad madrileña tenga problemas y de que se haya apostado por políticas erróneas ni siquiera se contempla si tu especialidad es la guerra cultural y tu gobierno una plataforma de oposición al Gobierno central. A pocos meses de unas elecciones locales supuestamente decisivas, no hay duda de que la protesta en Madrid está siendo aprovechada políticamente. Pero siempre sorprende que los partidos, que conocen bien su propia capacidad de movilización, parezcan confiar en que la de los demás es abrumadora. Como si antes que la ideología no estuviese el comprobar que no hay manera de ver a tu médico, que las urgencias están saturadas o que el personal de tu centro de salud sobrevive exhausto y achicharrado, porque el sistema parece imponerles ya como rutinarios los niveles sobrehumanos de esfuerzo e implicación que alcanzaron durante la pandemia.
Y ahora observen como Isabel Díaz Ayuso, gran domadora del chivo expiatorio, se convierte ella misma en uno enorme, funcionando como perfecto comodín en un país incapaz de cambiar el regate partidista por la estrategia y la reforma. Ni siquiera en lo importante. Por eso la Atención Primaria lleva una década dando señales de derrumbe y los médicos de familia, más que jubilándose, se nos están extinguiendo. Pero no en Madrid, en toda España. La última manifestación en defensa de, pongamos por caso, Osakidetza fue en junio. Poco antes Rafael Bengoa advertía en un congreso de que el sistema está definitivamente desestabilizado. «Vamos a ver una consejería tras otra en crisis». Siempre es un poco raro que nos preocupe tanto lo que ocurre en términos sanitarios en Madrid a quienes enfermamos, por lo que sea, fuera de Madrid.
CATALUÑA
Ibuprofeno
La magia del ibuprofeno fue descubierta cuando su creador, el doctor Adams, tuvo un resacón por motivos relacionados con el vodka y se metió 600 miligramos de lo primero que pilló: un analgésico contra la artritis que él mismo había desarrollado. «Pero si esto sirve para todo», debió decirse. Y acertó. En España sirve incluso contra el malestar nacional (uso tópico) y la hinchazón del nacionalismo catalán. El tratamiento, eso sí, funciona de un modo extraño: dándole la razón a la enfermedad. Ahora se pone a circular la idea de que lo de la sedición ha sido el final de un tratamiento exitosísimo. Pero nunca es el final y el Govern pide ya que se les desjudicialice también lo de la malversación. Y que no tengan que responder con su patrimonio ante el Tribunal de Cuentas. Entre los efectos secundarios del ibuprofeno, no descarten que termine estando la indemnización por daño moral a los principales líderes del procés.
MUSEOS
La momia
Tras 'Las majas', los activistas de Futuro Vegetal actuaron ayer en el Museo Egipcio de Barcelona. Porque la Cumbre del Clima es en Egipto, claro. Y ellos están en contra. Como están en contra de la industria cárnica. Es que los vamos conociendo. Así funciona la publicidad. Sabemos, por ejemplo, que el fundador del grupo responde por Bilbo mientras que uno de los chicos del Prado se llama Sam. Deberían vigilar en los museos a cualquiera que asegure llamarse Frodo o Gandalf. Es solo una idea. Mientras vamos viendo cómo resolver todo lo demás.
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