Socios y caverna
País Vasco ·
El choque entre PSE y PNV por la inmigración se extiende a MadridUn mes después de que Eneko Andueza asegurase haberle dado «un tirón de orejas» al lehendakari por cuestiones relacionadas con la Alta Velocidad, Ekain Rico ... le detectó al lehendakari el peligro de coincidir con el PP en cuestiones relacionadas con la inmigración. Lo hizo después de que Pradales invitase en un foro organizado por EL CORREO a reflexionar sobre la inmigración que Euskadi necesita y la inmigración que Euskadi recibe. La idea fue parte de una respuesta mucho más amplia sobre el invierno demográfico y la fuga de talento. Cuando la escuché, detecté al instante que lo que traería cola era lo que había dicho Pradales justo antes sobre la transferencia de rentas y la solidaridad intergeneracional (a favor de los jóvenes) en una sociedad envejecida como la vasca.
Anótenme otro éxito clarividente: el lío lo ha ocasionado la inmigración y parece importante. Tiene detrás el centro de refugiados proyectado en Vitoria y resuena con tanto volumen como evidente premeditación. Ayer la delegada del Gobierno en el País Vasco, la socialista Marisol Garmendia, relacionó al PNV no solo con el PP y con Vox, sino directamente con la caverna, e hiperbolizó con el lehendakari exigiéndoles el título de Harvard a los inmigrantes correctos. El PNV ha respondido advirtiendo que entiende que es Moncloa quien habla por boca de la delegada y recomendándole al Gobierno que depende en Madrid de su apoyo parlamentario «cuidado con los términos que se emplean». El término ha sido 'caverna', que es como se llamaba antes a la fachosfera. La posibilidad de quitarle el juguete a la ultraderecha y abordar de una vez la inmigración, no como un problema, sino como una necesidad que implica ciertos problemas por supuesto no se contempla.
La definición, tan matizada, no es mía: es de Pedro Sánchez. La utilizó este verano en una gira por África en la que también dijo lo siguiente: «Es imprescindible el retorno de quienes han llegado a España irregularmente». El lehendakari se mostró entonces un poco sorprendido por las declaraciones del presidente. Sus socios en Euskadi no parecen medir tanto con él cuando dice mucho menos. La frecuencia y la temperatura de las críticas hacen pensar en que el PSE se plantea expulsar al PNV del Gobierno vasco de coalición.
Ucrania
Marear el memorándum
Trump y Putin volvieron ayer a hablar por teléfono. Dos horas. El Kremlin valoró la conversación como «muy productiva» y la describió avanzando «por el buen camino». Trump en cambio fue al grano y anunció el inmediato inicio de negociaciones entre Rusia y Ucrania para un alto el fuego y para el fin de la guerra. Imagínenselo con algunas palabras escritas en mayúsculas al azar. La posibilidad de que hubiese problemas con la traducción telefónica no se descarta porque el Kremlin no habló ayer tanto de posturas definitivas como de sentirse preparados para comenzar conversaciones que puedan avanzar en un memorándum que incluya el alto el fuego si se alcanzan los acuerdos adecuados. Imposible que los americanos, siempre tan directos, no detecten la perífrasis, que roza el sarcasmo. Con su aspecto de dueño de la peluquería canina en las afueras de Ekaretimburgo de la que todos los perros salen pareciéndose a Brézhnev, el portavoz del Kremlin Peskov dijo ayer, antes de que los líderes hablasen por teléfono, que terminar la guerra en Ucrania requeriría «un trabajo bastante minucioso y puede que prolongado». Le faltó añadir que en realidad, si se piensa fríamente, es casi mejor no terminarla.
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