Miedo al miedo
Somos tantos los que estamos buscando la salida que hemos dejado obstruidas todas las puertas. Mientras el vehículo eléctrico siga siendo el más caro no se podrá acabar con el diésel y la gasolina, cuyos precios no los hemos ajustado nunca los que los pagamos. La industria de la automoción está manejada a distancia por esos oscuros poderes que temen a la claridad y se refugian a la sombra del independentismo. Quienes han hecho números dicen que la industria de la automoción es la que mueve más dinero en España, a pesar de lo poco que nos gusta a los españoles que el dinero, que es la posibilidad más inmediata de obtener lo que nos gusta, tenga cada día más querencia a quedarse quieto, ya que reconoce que el peligro mayor es que se vaya a otros lugares donde quienes lo tienen no aciertan a manipularlo.
Somos muchos, aunque no los suficientes, los que pensamos que mientras el vehículo eléctrico siga teniendo los precios que tiene, estarán vigentes las tarifas actuales. El Gabinete Sánchez mueve en España al sector que da el 10 por ciento del PIB; es uno de los sectores, que no son tantos, que crea más empleo. Por fortuna, tienen que amoldarse a unas circunstancias que, por muy malas que sean, podrían ser peores. Nuestro presidente electo tiene pocas cosas donde elegir, y los coches eléctricos nos siguen dando calambres. Así que hay que convivir con el diésel y la gasolina, ya que «nadie elige su amor», ni siquiera sus desamores. Nos están vendiendo las ocurrencias al precio de las ideas, pero hay que comprarlas al precio que sea, ya que sarna con gusto no pica. Según dicen los que se rascan, que somos casi todos y serán más cuando perdamos el miedo al miedo.