Tanto votar, tanto votar (que se nos va a romper la urna de tanto usarla) y total, para nada, para ir cada vez a peor. ... Estas elecciones van a tener más daños colaterales que las anteriores. Y ya han dejado la primera víctima: Albert Rivera. Dice que se va para ser mejor novio, mejor padre y mejor hijo. Por lo visto, para él eso es incompatible con ser un buen líder político. Muchos creíamos que lo único incompatible para algunos líderes políticos era caminar y masticar chicle. O prometer y cumplir... ¡Menos pucheros, Rivera! Reconoce que tu problema es que te has escorado tanto a la derecha que has terminado volcando, igual que el troncomóvil de los Picapiedra en cuanto le ponían encima aquel inmenso chuletón de dinosaurio. Te has caído por el margen de tanto acercarte al borde...
El que quería ser presidente de las familias ahora confiesa que tenía desatendida la suya. Nada que objetar porque la incoherencia es la condición principal de todo líder político. Pero tiene gracia que el cargo que deja Rivera porque no le da la vida lo asuma Arrimadas (a partir de ahora, 'Arremangadas'), una mujer en pleno estado de gestación que, ella sí, va a ser capaz de apechugar con todo. Y al fondo de la debacle, Malú. El viejo 'cherchez la femme', como si la cantante se hubiera cargado la carrera política de su chico. Dicen que la cúpula del partido ya le venía advirtiendo: «Albert, que esa relación no te beneficia en naaaada, que tanta exposición mediática te está restando vooootos...». Yo lo que digo es que cuidadito con Malú, que no le pisen el callo porque tiene mucho pronto y una canción cuya letra dice: «Deshazte de mí, de la única tonta que te ha conocido. Te he visto por dentro y no brillas así».
Existe el rumor de que Malú también está embarazada (qué sincronización prenatal la de Ciudadanos), aunque algunos la han visto fumando y sospechan que el rumor es falso... No sé, pero resulta fascinante comprobar cómo cuando el corazón se cruza con la política gana siempre el corazón. Es como lo de Tezanos aclarando que él no es un adivino ni el CIS un consultorio... Le ha faltado decir que él no es Rappel. Y no. No lo es, porque las predicciones que hace Rappel tienen un índice de fiabilidad bastante más alto.
¿Tienes una suscripción? Inicia sesión