Justicia contra 'La Manada'
Editorial ·
El Código Penal debe ser revisado con urgencia para que la violación adquiera jurídicamente la carga agravada que soporta su víctimaEl Correo
Sábado, 22 de junio 2019, 01:04
José Ángel Prenda, Ángel Boza, Antonio Manuel Guerrero, Jesús Escudero y Alfonso Jesús Cabezuelo fueron detenidos ayer para cumplir la condena dictada por el Supremo ... porque violaron a una joven de 18 años en los Sanfermines de 2016 y lo hicieron de manera premeditada y concertada. El Alto Tribunal corrigió a las dos instancias de la Audiencia de Navarra que habían limitado el reproche penal a un delito de abusos. Los magistrados navarros se inclinaron por suponer que los acusados se habían excedido ante las señales de sumisión que, a su entender, transmitió la víctima a sus victimarios, como si se tratara de un hecho accidental en el contexto de la fiesta. Un desliz punible dentro de la comprensión que merecería toda situación de «juerga». Todo acusado tiene derecho a legítima defensa. Pero los argumentos empleados por los abogados de 'La Manada' son tan aberrantes, en tanto que inhumanos e insensibles a la indefensión en que se encuentra una mujer acosada por cinco hombres conjurados para perpetrar la más execrable de las hazañas machistas, que deberían verse desterrados de la dialéctica jurídica que ilumina todo acto judicial.
Uno de sus argumentos fue que «la sociedad» había condenado ya a los encausados, por encima de la pena dictada por la Audiencia de Navarra, en un intento de presentarles como víctimas de una suerte de linchamiento social. Pocas veces la verdad judicial había conectado tanto con el sentimiento ciudadano de Justicia como en este auto del Supremo. Porque nadie puede albergar una visión tan perversa de las relaciones humanas, de las relaciones sexuales, que permita rebajar las responsabilidades penales contraídas por 'La Manada'. A no ser que las culpas de los agresores sean derivadas contra la víctima porque ésta no mostrara expresamente su resistencia a la violación en grupo o porque su pasividad intimidada pudiera dar lugar a que los violadores se sintieran permitidos a desfogarse en la aberración. Ninguna resolución judicial debe ser ejemplarizante. Pero el Supremo sentó ayer jurisprudencia como para que magistrados y fiscales no necesiten formación específica alguna para pronunciarse sobre un hecho de violencia sexual constatado. Urge revisar el Código Penal para que la violación adquiera jurídicamente la carga agravada que soporta su víctima.
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