Un éxito incuestionable
Almodóvar y Banderas en los Globos de Oro suponen un triunfo para el cine español
Afalta de un gran taquillazo anual que hubiera impulsado la cuota del cine español en 2019 por encima del exiguo 15%, todavía queda la esperanza ... de que Almodóvar y Antonio Banderas logren algún triunfo en la recta final de los grandes premios de Hollywood. Naturalmente la obtención de un Globo de Oro esta noche o de un Oscar el próximo 9 de febrero otorgaría la gloria instantánea y popular al premiado y por extensión al conjunto del cine nacional, si bien cualquier análisis racional y sosegado debería advertir de que si por un lado la mera presencia entre los nominados ya es un triunfo que certifica la calidad artística individual y el nivel cinematográfico de un país, de otro no siempre la mejor película, el mejor director o los mejores intérpretes son los finalmente premiados.
Digo todo esto no tanto para anticipar el consuelo ante un posible chasco, sino más bien para reconocer el indudable mérito de Almodóvar y Banderas o también para preludiar la enorme dificultad que tienen ante las posibilidades de triunfo. Veamos. A falta de conocer el próximo día 13 las nominaciones a los Oscar, la de esta noche es una prueba de casi imposible superación para ambos, ya que se enfrentan a rivales prácticamente imbatibles. De un lado Banderas compite en las nominaciones de los Globos de Oro al mejor actor en película dramática con Christian Bale, Jonathan Pryce y sobre todo con Joaquin Phoenix, cuya interpretación y transformación física en 'Joker' es excelente.
Y si a ello se le añade que en las nominaciones a los Oscar también podría entrar Leonardo DiCaprio por su papel en 'Érase una vez en Hollywood', pues entonces ya no hay mucho más que decir. Una dificultad similar a la de Pedro Almodóvar, sí, ya que la cinta coreana 'Parásitos' no solo es la favorita para el Globo de Oro a la película en lengua extranjera, sino que encima su director también va a competir con Scorsese por el Globo de Oro al mejor director. Pero con premios o sin ellos, insisto, el estar simplemente en la liza es ya un éxito incuestionable de Almodóvar, de Banderas y de todo el cine español.
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