Mejorar un modelo de éxito
Editorial ·
La necesaria adecuación de la RGI a los cambios sociales refuerza a Euskadi en la vanguardia de las políticas de protecciónel correo
Jueves, 12 de mayo 2022, 00:18
El sistema de protección social constituye una de las peculiaridades del autogobierno vasco. La Renta de Garantía de Ingresos (RGI), pionera en su día en ... España, se ha consolidado como un modelo de éxito en la lucha contra la pobreza severa y la exclusión, lo que ha redundado en beneficio del conjunto de la ciudadanía. Ello no es óbice para que resulte evidente la necesidad de adecuar su regulación a la realidad actual de Euskadi e introducir mejoras en su funcionamiento. La reforma legal aprobada el martes por el Gobierno vasco avanza en ambas direcciones, a la vez que integra el Ingreso Mínimo Vital, recién transferido e inspirado en la RGI. El proyecto suprime aspectos polémicos de anteriores borradores, como la limitación del número de prestaciones en una misma vivienda, eleva la cuantía de todas -en especial, las de los pensionistas y los hogares con menores-, las adecúa a los nuevos tipos de convivencia familiar y refuerza los controles para evitar abusos.
El empleo estable y con salarios dignos supone la vía más efectiva para la inclusión de los colectivos vulnerables. Tiene pleno sentido, por tanto, que las ayudas sociales vayan encaminadas a la inserción laboral de sus beneficiarios en edad de trabajar. El texto remitido al Parlamento incide en este aspecto, lo que requiere una profunda transformación de Lanbide que le permita volcarse en él. Un desafío al que deberían contribuir una gestión más simplificada y ágil de la RGI, como está previsto, y la digitalización del organismo. De ello y de una fructífera colaboración entre las instituciones, también en materia de servicios sociales, depende la eficacia de una reforma que coloca de nuevo a Euskadi en vanguardia de la protección a los más desfavorecidos cuando a los nocivos efectos derivados de la guerra en Ucrania se suman los persistentes destrozos de la pandemia.
La mayoría absoluta de la que goza el Gobierno vasco asegura la aprobación del proyecto. Sería conveniente, sin embargo, que una normativa de este relieve suscitara el consenso más amplio, lo que requerirá la disposición del PNV y del PSE a enriquecer el texto con aportaciones realistas de otras fuerzas, aparte de las ya incorporadas a su última redacción. La RGI se presta a la demagogia y al populismo del más diverso signo. Es de esperar que el debate parlamentario no caiga en ellos ni sirva para estigmatizar injustamente una ayuda que retrata a una Euskadi solidaria ni tampoco a quienes la reciben.
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